En casi todos los cumpleaños mis hijos me piden que haga esta tarta.
Y creo que no hay nadie que la haya probado que no le haya gustado.
La receta me la dio una amiga de mi abuela que se llama Lola, así que es mi casa ésta es la "Tarta de la Señora Lola".
De hecho no solo me dio la receta, sino que un día que vino de visita a casa de mis padres a ver a mi abuela, se trajo todos los ingredientes y nos hizo una demostración en vivo y en directo.
Recuerdo que me dijo que las cantidades eran aproximadas, que en esta receta no eran muy importantes porque "neniña, esta tarta siempre queda rica". Palabras textuales. Y lo cierto es que tenía razón.
Ingredientes:
- 1 paquete de nata Chantilly Royal
- 250cc de leche fría
- 1 sobre de gelatina neutra
- 1/2 tableta de chocolate a la taza
- 1/2 paquete de alletas María
- 1 tarrina de queso Philadelphia pequeña
- 1/2 taza de azúcar
- Mantequilla
- Una taza de agua
El chocolate que uso es chocolate a la taza Valor, aunque a veces mezclo chocolate a la taza y chocolate puro. Puede ser cualquier marca, pero que no sea muy "harinoso", para que no quede demasiado espeso.
Lo primero es hacer la base de galletas. Para ello se trituran todas las galletas y se mezclan con la mantequilla a temperatura ambiente. Se aplasta la mezcla en el fondo del molde.
A continuación hay que montar la nata Chantilly. Para ello se vierte el contenido de la bolsa en un bowl y se le añaden 200cc de leche fría y se bate hasta que la nata queda bien montada. Se reserva en la nevera.
El siguiente paso es calentar el agua y diluir en ella los polvos de gelatina neutra.
A continuación se vierten en otro bowl el queso Philadelphia, los 50cc de leche, el azúcar y la gelatina diluida en agua y batir hasta que quede todo bien integrado.
El siguiente paso es mezclar la crema blanca con la nata que tenemos montada en la nevera. No conviene que nos pasemos con la batidora para que la nara no se baje.
Una vez que esté todo bien integrado, se divide esta mezcla en dos mitades.
Ahora toca derretir el chocolate a baño maría y a continuación mezclarlo con una de las mitades blancas del paso anterior.
Así obtendremos una crema blanca y otra chocolateada.
Vertemos la crema chocolateada en el molde sobre la base de galletas y lo metemos en la nevera para que se enfríe.
La crema blanca la dejamos fuera de la nevera y de vez en cuando le damos unas vueltas con una cuchara de madera para que no se endurezca.
Una vez que la crema chocolateada esté durita, la sacamos de la nevera y vertemos la crema blanca sobre la chocolateada con cuidado para que no se mezclen.
Solo queda meterla de nuevo en la nevera para que la crema blanca coja consistencia también, y ¡listo!
Como queda blanca por encima, es perfecta para decorar después como queramos. La foto de arriba es del 18º cumpleaños de mi hijo mayor, y la decoración era muy sencilla. Pero la tarta del cumpleaños del Celta de Vigo que os mostré en este post es ésta misma también, y está decorada con coco rallado teñido de verde.
Con las cantidades que os dije sale una tarta del tamaño del típico molde redondo. Pero cuando hay muchos invitados, yo suelo doblar las cantidades y utilizar un molde más grande.
Es perfecta para preparar el día anterior.