Normalmente acudo a los domicilios de los peques para hacer las sesión de recién nacido, por varias razones:
Primero por la dispersión de población que tenemos aquí en Galicia, así que puedes tener un bebé que vive tranquilamente a más de 100 Km de donde yo suelo trabajar, como este caso, por ejemplo. Y claro, yo comprendo que acabando de dar a luz, pedirle a la mamá que se meta esa paliza en coche con el bebé tan chiquitín, pues es complicado.
Y segundo, porque la verdad es que no tengo un estudio lo suficientemente cómodo como para acoger a los papás y al bebé recién nacido. Son sesiones muy largas en las que hay que parar a menudo para dar de comer al bebé, cambiarle el cuelete, etc. Así que me desplazo a su casa y así la familia suele estar más cómoda y tranquila.
En este caso lo de la tranquilidad no se cumplió del todo jajaja... Bueno, la mamá sí estaba tranquila, pero el bebé no. No había manera de que se durmiera profundamente (casi ni ligeramente jajajaja). Y tampoco estaba tranquilo mientras estaba despierto. No paraba de estirarse y protestar. Vale, y también bostezar, como podéis ver en la primera foto jajajaja
Pero no pasa nada, yo se lo perdono todo por ser tan guapo y tan achuchable. No me digáis que no es para comérselo a mordisquitos!
Solo quería teta y coliño. Chico listo, eh! Así que bueno, en esos casos tengo claro que no van a salir las típicas fotos de recién nacido, en poses angelicales con sus ojitos cerrados. No. Va a salir otra cosa, va a salir el bebé tal cual es: despierto e inquieto. Pues de eso se trata, no? Cada uno debe salir con la personalidad que tiene :-)
Hasta capturar los pequeños detalles, como los pies y las manos me resultó complicado porque se movía tanto que no me daba tiempo a enfocar jajajaja... Pero bueno, algunas fotos salieron!
Y claro, hay que aprovechar los instantes en los que estaba tranquilo, aunque despierto.
Y claro, fotos en el colo de mamá, que ahí sí que el mozo no protestaba, eh. ¡Estaba feliz!
Antes comentaba las ventajas que tiene para la familia hacer la sesión en su casa, y creo que se me olvidó una muy importante, que es tener fotos del bebé en su entorno. Normalmente tienen su habitación ya preparada, así que podemos tener unos recuerdos preciosos de cómo estaba todo cuando él llegó a nuestras vidas, su ropa, su cuna, etc.
Y, como siempre, desde aquí quiero dar de nuevo las GRACIAS a esta pareja por permitirme compartir estos momentos tan especiales con su familia, por confiar en mí para fotografiar estos instantes, que espero que sean valiosos recuerdos.
Después de fotografiar a la madre de la criatura cuando estaba embarazada (podéis ver las fotos aquí, aquí, aquí y aquí), me hacía muchísima ilusión hacer la sesión de recién nacido de este pequeñín que me tiene robado el corazón.