Después de visitar Gengenbach (aquí y aquí), nos dirigimos a Estrasburgo.
En Estrasburgo nos alojamos en este hotel. Un hotel barato situado en las afueras, en el típico polígono empresarial, pero muy cerquita de la ciudad. Sé que era un Ibis Budget, pero no soy capaz de encontrar su página web. Es la ventaja de ir en coche: podemos permitirnos ahorrar en los hoteles aunque queden en las afueras, porque en 10 minutos en coche, estábamos en la ciudad.
Nunca habíamos estado en Estrasburgo antes, pero cuando estábamos preparando el itinerario no hacíamos más que leer sobre lo bonita que era esta ciudad, así que decidimos que teníamos que visitarla. ¡Y qué bien hicimos!
Al llegar dejamos las cosas en el hotel y nos fuimos a conocer la ciudad, aunque ya no era muy temprano.
Desde donde dejamos el coche fuimos caminando hasta la Plaza Kléber, que parecía un lugar bastante céntrico. Y acertamos (es la que aparece en la foto que encabeza el post). Allí había una fiesta con hinchables y lo mejor, con salchichas jajaja...
Después de probar las salchichas en Estrasburgo, fuimos siguiendo la torre de la catedral, hasta que llegamos a la plaza donde se encontraba.
La catedral de Estrasburgo es de estilo gótico y la verdad es que es impactante. Lo malo fue que estaba en obras cuando fuimos. Además, es complicado encontrar un lugar desde donde poder hacerle una foto decente y que salga completa.
Entramos a ver el famoso reloj astronómico que hay en la catedral, y que data del siglo XVI.
Este reloj increíble no solo da la hora, sino que es un calendario perpetuo, muestra el movimiento de los planetas sobre un astrolabio y no sé cuántas cosas más, hasta un desfile de apóstoles!
En la plaza de la catedral se encuentra también una de las casas más famosas de Estrasburgo: la Maison Kammerzell, que data también del siglo XVI. Era la casa de un rico mercader que actualmente está convertida en restaurante. Los relieves de la madera que adornan sus fachadas con alucinantes. Cuesta creer que lleve en pie y en tan buen estado tantos siglos!
En cualquier ciudad es recomendable "mirar hacia arriba" para descubrir detalles que se nos pasan a menudo, pero en Estrasburgo aún más, si cabe. No es un pueblo, sino una ciudad de un millón y medio de habitantes, así que me maravilla ver toda esa cantidad de casas antiguas que se esfuerzan en conservar.
Ese día pasamos también por la Plaza de Gutenberg (inventor de la imprenta), que está cerca de la Plaza de la Catedral, y que se trata también de un lugar muy animado.
Allí había instalado un tiovivo precioso, de esos a los que da gusto sacarles fotos jejeje
Después de esta primera toma de contacto, nos fuimos a cenar de picnic al hotel y a descansar para tener energía para volver a patear esta hermosa ciudad al día siguiente.