Un atardecer de cuento en As Rías Baixas

Esta tarde me fui a la playa con la intención de practicar el efecto seda del mar. Cargada con la mochila y el trípode.

Peeeero... como no tengo filtros de densidad neutra (impiden que entre tanta luz en la cámara, lo cual viene muy bien para este tipo de fotografía), tengo que esperar a que haya muy, muy poquita luz para que salga algo decente.

Así que, mientras esperaba a que el sol bajara aún más, me entretuve haciendo otro tipo de fotos. Nada de efecto seda, solo captar esos maravillosos colores del atardecer. Y de paso, a un pescador que parecía que estaba posando... ¡no podía estar en un lugar mejor!

Cuando ya casi no se veía el sol, volví a intentar el efecto seda. Sin mucho éxito, la verdad... aún había mucha luz.

Quizás la de abajo esté un poco mejor. El sol ya estaba escondido y los colores eran más rosados. Parece mentira lo diferentes que pueden ser los atardeceres entre sí. E incluso un mismo atardecer puede tener muchos colores según el momento.

Como podéis ver, cuando me cansé de hacer pruebas del efecto seda, volví al pescador, que la verdad estaba ahí tan bien colocado, que había que hacerle fotos sí o sí jajaja

Y la última ya de noche casi cerrada, ni rastro del sol, pero aún tenía unos colores increíbles el cielo. Y también el reflejo en el mar.

No son muy famosos nuestros atardeceres, ni falta que hace. Los que los conocéis... shhhh, ¡guardad el secreto! ;-)

Un amanecer en Cambados

Hace unos días aprovechamos que la marea estaba baja al amanecer para ir a visitar la torre de San Sadurniño en Cambados. Es una vergüenza, pero la verdad es que  yo no la conocía. Y he estado unas cuantas veces en Cambados.

El día estaba espectacular. Un amanecer con unos colores increíbles y el mar como un plato, así que había un reflejo precioso de la torre en el agua.

La Torre de San Sadurniño fue construida en el siglo XIII o IX d.C. aunque es posible que ya fuera levantada sobre otra construcción más antigua. Sirvió tanto de faro para guiar los barcos hasta el puerto, como de torre de vigilancia para proteger de invasores que llegaban a la costa. Por lo visto está en un lugar estratégico para la defensa de Santiago de Compostela, que la torre es visible desde Catoira.

Al islote en el que se encuentra la torre se puede llegar desde la villa de Cambados a través de una pasarela de piedra de reciente construcción. Al otro lado de la pasarela se encuentra el barrio de Santo Tomé o Vila Vella. 

Es un bonito barrio que merece un paseo entre sus callejuelas estrechas y sus casas de piedra. El barrio está construido sobre las rocas de la costa y conserva muchas antiguas casas de pescadores.

Un espectáculo ver salir el sol detrás de las casas y cómo va iluminando la torre poco a poco...

Ya sabéis... si os acercais a este recunchiño, muy recomendable hacer una visita a Cambados, por supuesto. Y acercarse a ver la Torre de San Sadurniño, no hagáis como yo!

Un atardecer rosa en A Lanzada

Un día, a finales de verano, fuimos a dar una caminata por A Lanzada. El día no estaba especialmente bonito, pero como no tenía ninguna foto de esa playa este verano, me llevé la cámara por si acaso.

¡Y qué bien que se me ocurrió llevarla! Aunque no parecía, al final el atardecer fue espectacular. Quizás no tanto la puesta de sol en sí, pero sí el color rosa que quedó por todas partes.

Después del paseo, fuimos a recuperar las calorías perdidas a un chiringuito chulísimo que hay allí: "Pe na praia" se llama. Y es tal cual, porque está pegado a la playa. Es una caseta de madera y una terraza también toda de madera, pero la verdad es que es muy, muy bonito. Esas bombillas y los carteles pintados lo hacen diferente.

Y los zumos naturales y los cócteles que tienen están buenísimos. Pero ahora ya nada... hay que esperar al año que viene para volver a disfrutar de él.

Había bastante nubes, así que la puesta de sol no tuvo unos colores demasiado intensos.

Y cuando el sol estaba abajo, ya no se veía a causa de las nubes. Pero ese ambiente rosa que dejó bien mereció la pena haber llevado la cámara jejeje

Ruta da Pedra e da Auga en familia

Hoy voy a hacer un alto en nuestro viaje por Berlín para enseñaros unas fotos que hice el otro día en una caminata que fuimos a hacer en familia.

Aprovechando que estaban aquí mi hermana y mis sobrinos, nos fuimos, a hacer la Ruta da Pedra e da Auga. También vino mi padre, que el encanta dar una caminata por el monte ¡y llevaba un ritmo difícil de seguir!

A Ruta da Pedra e da Auga es una ruta de senderimo bastante sencilla que discurre por el ayuntamiento de Meis y el de Ribadumia.

Es una ruta preciosa que se puede hacer fácilmente con niños no demasiado pequeños (mi sobrino tiene 7 años, para que os hagáis una idea). Termina en el Monasterio de Armenteira, pero de allí no tengo fotos porque había una boda y no era cuestión de estar haciendo fotos a los invitados!

La ruta discurre junto al un río y hay algunas zonas en las que uno se puede dar un chapuzón para aliviar un poco el calor en verano, así que no hagáis como nosotros y llevad un bañador.

A lo largo del camino nos encontraremos hasta 30 molinos.

Nos encontramos con un montón de bichillos por el camino, sobre todo zapateros y libélulas. A las libélulas no es muy fácil pillarlas para poder hacerle una foto decente, pero esta vez tuve suerte!

Hace tiempo publiqué un post de una sesión de embarazo en este mismo lugar. Os dejo el link, por si queréis echar un vistazo.

Me encanta ver a los primos disfrutando juntos de la naturaleza, haciendo el cabra, como debe ser jajajaja

Pues sí, este entorno tan frondoso está en las Rías Baixas, pegado a la zona de playas. Porque aquí tenemos mucho más que playas. Puede que lo más famoso de nuestra zona sean sus maravillosas playas, pero ya veis que no es lo único maravilloso que tenemos :-)

Y estos lugares maravillosos son geniales para hacer una sesión de fotos en familia, o en pareja. Al mismo tiempo que pasamos un rato divertido, podemos guardar estos maravillosos recuerdos para siempre.

Otoño

Aunque tengamos temperaturas de verano, resulta que es otoño. Y, por suerte, las castañas se caen a su hora, aunque al lorenzo le dé por calentar más de la cuenta.

Así que tenemos una mezcla rara de otoño en el paisaje y verano en el atuendo, lo que no impide que salga a fotografiar cuando pueda este otoño repleto de luz. Con lo que me gusta a mi esta estación!! Con sus hojitas crujientes en el suelo, sus colores dorados, verdes y rojos en los árboles, no puede ser más bonita!!

¡Ah! Y sus castañas, claro. Con esos erizos que me encantan y que son tan fotogénicos jejeje...

Lo malo es que pinchan los jodíos, que uno se quiere llevar unos pocos a casa y termina con los dedos como un colador jejeje

Estas fotos las hice un día en el Pazo de Lourizán, fui hasta allí para buscar localizaciones para una sesión de embarazo que tengo reservada.

Ya os había hablado de él en este post, esta vez la verdad es que me dediqué casi en exclusiva a hacerles fotos a los erizos y a las castañas que inundaban el suelo.

También había montones de estas flores, que deben ser típicas de esta época, pero ni idea de cómo se llaman. ¿Alguien de los presentes que me saque de mi ignorancia?

Las fotos de abajo están hechas muy cerquita de mi casa, en un lugar precioso con un montón de castaños junto a un pequeño río. Habíamos ido la cabra pequeña y yo a buscar cosillas para decorar un poco la casa para el cumple del mediano (podéis ver este post). Y claro, aparte de las cestas y las bolsas, me llevé la cámara.

Como veis, el suelo regado de castañas y erizos, y la cabra de pantalón corto y manga corta. ¡Vaya otoño raruno que estamos teniendo!

Ya sé que no podemos quejarnos de este tiempo, que ya nos aburriremos de ver llover. Pero la verdad, la verdad... Yo tengo ganas de ponerme mis botas, mis jerseys de lana... A mi me gusta el otoño en otoño, el invierno en invierno y el verano en verano (que tampoco hace falta un verano de torrarse, eh). No es que yo sea muy ordenada, pero las estaciones que se distingan unas de otras, por dios... Que a este paso llegamos a Navidad en bañador!!! Y claro, luego nos quejamos de que el tiempo pasa volando. Y sí, pasa volando, pero este desbarajuste climático, ayuda poco!!