El otoño en Galicia

Bueno, parece que con un poco de retraso, pero al final llegó el otoño a estos lares. Y menos mal, ¡que ya lo echaba yo mucho de menos!

La verdad es que aún no he podido ir a dar un buen paseo por el monte, pero por suerte vivo bastante en el monte. Así que una tarde que ya no aguantaba más de "morriña otoñal" cogí la cámara y me fui por un caminito que va a dar a una finca donde hay montones de castaños pegados a un pequeño río.

El sitio es precioso en cualquier época del año, pero ahora en otoño ya es una cosa exagerada, con el manto de hojas, castañas y erizos cubriendo la hierba.

Apenas había ya luz, así que las fotos no son nada del otro mundo, pero al menos me quité la espinita de tener unas fotos otoñales.

Y cuando ya volvía a casa se podía adivinar el sol ponerse con unos colores espectaculares, que hacía un marco increíble  de fondo a este precioso hórreo.

Un otoño 100% gallego, con castaños, hórreo y alpendre incluidos, no?

Otoño

Aunque tengamos temperaturas de verano, resulta que es otoño. Y, por suerte, las castañas se caen a su hora, aunque al lorenzo le dé por calentar más de la cuenta.

Así que tenemos una mezcla rara de otoño en el paisaje y verano en el atuendo, lo que no impide que salga a fotografiar cuando pueda este otoño repleto de luz. Con lo que me gusta a mi esta estación!! Con sus hojitas crujientes en el suelo, sus colores dorados, verdes y rojos en los árboles, no puede ser más bonita!!

¡Ah! Y sus castañas, claro. Con esos erizos que me encantan y que son tan fotogénicos jejeje...

Lo malo es que pinchan los jodíos, que uno se quiere llevar unos pocos a casa y termina con los dedos como un colador jejeje

Estas fotos las hice un día en el Pazo de Lourizán, fui hasta allí para buscar localizaciones para una sesión de embarazo que tengo reservada.

Ya os había hablado de él en este post, esta vez la verdad es que me dediqué casi en exclusiva a hacerles fotos a los erizos y a las castañas que inundaban el suelo.

También había montones de estas flores, que deben ser típicas de esta época, pero ni idea de cómo se llaman. ¿Alguien de los presentes que me saque de mi ignorancia?

Las fotos de abajo están hechas muy cerquita de mi casa, en un lugar precioso con un montón de castaños junto a un pequeño río. Habíamos ido la cabra pequeña y yo a buscar cosillas para decorar un poco la casa para el cumple del mediano (podéis ver este post). Y claro, aparte de las cestas y las bolsas, me llevé la cámara.

Como veis, el suelo regado de castañas y erizos, y la cabra de pantalón corto y manga corta. ¡Vaya otoño raruno que estamos teniendo!

Ya sé que no podemos quejarnos de este tiempo, que ya nos aburriremos de ver llover. Pero la verdad, la verdad... Yo tengo ganas de ponerme mis botas, mis jerseys de lana... A mi me gusta el otoño en otoño, el invierno en invierno y el verano en verano (que tampoco hace falta un verano de torrarse, eh). No es que yo sea muy ordenada, pero las estaciones que se distingan unas de otras, por dios... Que a este paso llegamos a Navidad en bañador!!! Y claro, luego nos quejamos de que el tiempo pasa volando. Y sí, pasa volando, pero este desbarajuste climático, ayuda poco!!

Un cumpleaños muy otoñal

El fin de semana pasado tuvimos celebración en casa. El mediano cumplió 15 añazos (¡madre mía, cómo pasa el tiempo!) y tuvimos comida familiar en casa.

Con 15 años la cosa no está para muchos muñequitos, así que como estamos ya en el otoño, pues me eché al monte para recoger hojas y demás cosillas otoñales.

Para empezar, estas hojas de hiedra que encontramos en varios árboles cerca de casa. Y con las que hice una guirnalda de "Feliz cumple"

También encontré esa planta que aparece abajo entre las lámparas del comedor. No sé ni como se llama, pero tiene esa especie de bayas de color morado muy chulas.

Las hojas de hiedra las usé también para poner los nombres en la mesa. El cumpleañero pidió hamburguesas caseras para comer. Lógicamente también hubo patatas fritas. Y además también pusimos unas mazorcas de maíz a la brasa (ñammmmm!!!). Entre unas cosas y otras me pareció que un plato podía quedarse un poco pequeño, así que le pedí a mi madre estas tablas de madera que tiene para el churrasco. Una hojita encima de cada tabla con el nombre del comensal escrito con rotulador blanco y listo!

Como siempre, hicieron falta dos mesas (a veces hasta hacen falta tres). En una puse una cesta con hojas secas, castañas y erizos.

Y en la otra una cajita de madera de Florearte que me regalaron llena de flores el día de la madre. También cn hojas, castañas y erizos. Y un par de manzanitas chulísimas que me trajo mi hermana del otro lado del charco jejeje

En el mueble de la entrada puse un farol chulísimo que me regalo una amiga también chulísima. Dentro metí unas cuantas hojas, unas bayas y una guirnalda de pequeñas lucecitas.

También puse unas cuantas hojas de vid que encontré abandonada (que nadie se piense que ando estropeando parras o cepas por ahí, eh!). Y unas calabacitas que había comprado en una frutería. Por cierto, con el precio que tenían, creo que voy a dejar el trabajo, la fotografía y me voy a dedicar a sembrar calabazas y a venderlas :-P

Y para terminar, una foto del cumpleañero con su hermano pequeño :-)

La tarta, a petición del cumpleañero, fue la archiconocida "tarta de la señora Lola"

Bueno, yo usé esta decoración para el cumpleaños, pero los cestos, el farol y las calabazas siguen adornando la casa, así que podéis aprovechar alguna idea para cualquier otra celebración o simplemente para tener la casa decorada con un toque otoñal.