¡Por fin estoy de vuelta! Y seguimos paseando por París. Después de visitar Notre Dame, nos vamos a conocer la Sainte Chapelle.
La Sainte Chapelle está muy cerquita de Notre Dame, así que una ver que cogimos en esta última los tickets para subir a sus torres, tal como os expliqué en el post anterior, nos fuimos dando un paseo a la Sainte Chapelle para hacer tiempo.
La Sainte Chapelle es una iglesia de estilo gótico construida en tiempo récord entre los años y 1248, por orden de Luis IX para albergar las reliquias compradas por este a Constantinopla. Estas presuntas reliquias eran la corona de espinas y un trozo de la cruz de Jesús, y costaron más que la iglesia.
Con la adquisición de estas reliquias, Luis IX logró que el prestigio de París creciera a nivel mundial. Curioso, ¿verdad?
Aunque la Sainte Chapelle fue construida como reliquiario, actualmente no alberga ninguna de estas reliquias, y lo que llama realmente la atención de esta capilla son, sobre todo, sus maravillosas vidrieras. Y en realidad son dos capillas: la superior era el reliquiario propiamente dicho, y está decorada con esas preciosas vidrieras, que narran historias de la biblia.
La capilla inferior (en la foto de abajo) es mucho más austera que la superior y está presidida por una imagen de la virgen María.
La verdad es que suele haber muchas colas para entrar en la Sainte Chapelle, así que no teníamos muchas esperanzas de poder entrar. Sin embargo al llegar allí vimos que había una cola muy pequeñita, así que aprovechamos, claro!
No salió genial la jugada: nos levantamos tempranito y fuimos directos a Notre Dame, entramos a visitarla y cogimos los tickets para subir a las torres. Y, mientras llegaba la hora para que la que teníamos las entradas, dimos un paseo y visitamos la Sainte Chapelle.