Después de nuestro paseo por el parque de Tiergarten pasamos por la Columna de la Victoria para verla más de cerca.
La Columna de la Victoria empezó a construirse en 1864 para conmemorar la victoria de Prusia en la guerra germano-danesa ese mismo año. Se puede visitar la plataforma que hay justo debajo de la estatua y me imagino que habrá unas vistas espectaculares de la ciudad.
Desde allí fuimos dando un paseo hasta el barrio de Charlottenburg, donde había varias cosas que queríamos visitar.
Nada más llegar destaca la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm en medio de la plaza Breitscheidplatz. Es una iglesia evangélica luterana que fue construida entre 1891 y 1895 en honor de Guillermo I. La construcción original tenía 5 torres, la principal era la más alta de la ciudad.
Fue destruida casi por completo durante la Segunda Guerra Mundial, y decidieron conservarla así como monumento contra la guerra. Alrededor se construyeron dos edificaciones que constituyen actualmente la iglesia utilizada para culto. Cuando nosotros visitamos Berlín, la más alta estaba en obras, por eso evité sacarla en las fotos.
Muy cerca de la Iglesia está el famoso Curry 36, un chiringuito que tiene fama de tener uno de los mejores currywurst de la ciudad.
¿Y qué son las currywurst? Pues un plato típico de Berlín que consiste en salchichas con una salsa de curry y tomate.
Hay muchos lugares donde sirven este tipo de salchichas, pero sin duda el Curry 36 es uno de los más famosos. Nosotros las probamos aquí y en otro chiringuito y la verdad es que las del Curry 36 estaban muchísimo más ricas. Pero bueno, habiendo probado solo dos sitios, tampoco se puede decir que seamos expertos jajaja
Como digo, es un chiringuito, no tiene un sitio cubierto donde comer, solo unas mesas altas en la acera.
Después del tentempié, comenzamos a bajar por Tauentzienstraße, que es una avenida ancha y muy comercial de la zona.
Allí encontramos una tienda Lego bastante grande y claro, quién se resiste a entrar!
Solo por entrar, le regalaron a Gael un cubito con varias piezas para montar un coche (en la última planta hay una zona con mesas y bancos para jugar) y se lo regalaron. Y no, no habíamos comprado nada. Buenooooo... salió de allí más contento con su coche!
Después de la tienda Lego y de otras visitas, sobre todo a tiendas de deporte, nos acercamos al Museo para la Fotografía.
Evidentemente yo tenía muchísimas ganas de ir, y la cabra mayor también. Este museo alberga la fundación Helmut Newton y en el museo hay dos plantas dedicadas a este grandísimo fotógrafo y también a su mujer, Alice Springs -también fotógrafa-.
Ya solo por eso vale la pena visitar el museo. Pero además tiene otras exposiciones itinerantes.
Cuando salimos del museo era ya de noche, así que nos fuimos directos a la zona cercana a nuestro albergue y cenamos en un restaurante turco que teníamos muy cerquita y al que ya le habíamos echado el ojo: el Teras Restaurant & Grill.
Entramos sin tener ni idea de si era bueno, malo o regular. Aunque la pinta no era mala. Cuando entramos vimos que las paredes estaban llenas de fotos con gente famosa que había ido a comer allí (entre ellos la mismísima Angela Merkel).
La verdad es que la comida estaba rica, y además los platos eran muy abundantes (y ojo, que lo dice una gallega jajajaja), el sitio estaba limpio y el señor que lo atendía era muy simpático.
No solo tenían comida turca, había hamburguesas, pizza, pasta...