Esto en realidad es un secreto porque los ahijados no van a ver estos regalos hasta el domingo, pero bueno, confío en que su madre me guarde el secreto aunque vea el blog jajajaja
Me gustaba la idea de un pollito saliendo de un cascarón, así que me puse manos a la obra. Lo primero que hay que hacer es teñir huevos. Lo mejor hubiese sido tener huevos blancos, pero no los encontré en ningún supermercado, así que cargué el agua bien de colorante y usé los huevos morenos que tenía en casa.
Usé colorante alimentario, pero como no eran para comer, hubiese valido cualquiera, o incluso pintura.
Mientras se secaban los huevos, me puse manos a la obra con los pollitos.
Tenía pensado hacer dos pompones de lana de distinto tamaño para hacer los pollitos, pero el otro día fui a Tiger y encontré un paquete que tenía un montón de pompones de varios colores y tamaños y limpiapipas a juego, todo por 4€, así que no me lo pensé dos veces.
Para los ojos de los pollitos usé unas cuentas pequeñitas que tenía por casa.
Y para el pico, un trocito de cartulina naranja en forma de rombo y doblada por la mitad.
Con esos limpiapipas de colores tan apropiados, pensé que lo mejor sería utilizarlos para completar la decoración de los regalos, así que los enrosqué en el dedo para darles algo de forma.
Y listo, ya tenía todos los elementos preparados para montar los regalos.
Los envolví el papel blanco tipo kraft y usé washitape de colores amarillo y turquesa, a juego con los huevos y los limpiapipas. Por cierto, hay washitapes preciosos en Tiger, y estos días tienen muchos modelos de pascua (y no, Tiger no me paga por publicidad, ya me gustaría jajajaja).
Lo primero es pegar los limpiapipas con un trocito de washitape. A continuación pegué los pollitos dentro de las cáscaras de huevo y las cáscaras de huevo las pegué al papel, y... ¡tachán, regalos listos!