Lo confieso. En esta familia tenemos un vicio: viajar. Visto así no tiene nada de malo, peeeero... Los viajes de una familia numerosa no son precisamente baratos.
La mayoría de las ofertas están pensadas para parejas. Con un poco de suerte puede que encuentres algún chollo para familias con dos hijos. Pero si tienes 3 o más... Olvídate, estás fastidiado.
Como no sabía muy bien qué viaje contar primero aquí en el blog, pues decidí empezar por el final, por el último viaje que hemos hecho. Y ese es nuestro viaje a Londres del mes de Febrero.
Es sabido, en verano los precios de los vuelos se disparan. Y en otra época del año es complicado poder volar con niños sin que pierdan días de clase. Nosotros teníamos ganas de volver a Londres, porque el mediano y sobre todo el pequeño, no se acordaban de la última vez que habíamos estado allí.
Como no quiero hacer un post kilométrico, lo voy a dividir en fascículos. Primero hablaré de porqué me gusta Londres para ir con los niños.
La primera vez que viajamos a Londres con niños el mayor tenía 4 años, el mediano 10 meses y el peque no había nacido. Nosotros habíamos estado cuando éramos jóvenes y nos había encantado!
Para mi Londres es genial para ir con niños por varias razones, pero creo que la principal son sus parques espectaculares.
Teniendo niños, os imagonais el juego que dan parque como ese, donde se pueden hacer picnics, jugar, saltar, revolcarse por la hierba... Porque encima no está prohibido pisar el césped, como en muchos otros lugares. Hay gente jugando al fútbol en esas praderas espectaculares de Hyde Park, todo el mundo se sienta en el césped a comer o a descansar un rato. Para mi eso es el paraíso.
Además de los parques, Londres tiene una oferta cultural espectacular. Claro que no vamos a llevar a los niños a hacer un tour por museos, pero por ejemplo el British Museum, el Museo de Historia Natural y la National Gallery son gratis, así que nos podemos permitir el lujo de entrar un rato y disfrutar con los niños de un par de cosas que ellos aprecien (dependiendo de la edad de los niños). También está el museo de cera (el famoso Madame Tussaud's), pero ese sí que hay que pagarlo. Y bien pagado.
Otra cosa que me vuelve loca de Londres son los mercadillos, los hay de lo más variados y por todas partes y todos los días. Mis chicos no es que sean muy aficionados a las compras, pero los mercadillos los llevan un poco mejor. Además siempre hay puestos de comida, y a nosotros que nos encanta probar cosas nuevas y/o raras... pues otro paraíso.
Por último, aunque Londres es una ciudad enorme, yo cuando estoy allí tengo la sensación de estar en un pueblo gigante. En la mayoría de los barrios, las casas y edificios no son muy altos, tienen pequeños jardines, todo es muy llano, fácil de caminar, "amable". El transporte público funciona de maravilla y es muy fácil ir de un sitio a otro en metro o en bus.
No se nota nada que soy una enamorada de esta ciudad, no? ;-)