Londres (XVII). Último día

Pues sí, ya se terminó nuestro viaje a Londres. A nosotros se nos hizo corto, como todos los viajes :-(

Nuestro avión salía a última hora de la mañana, así que aprovechamos las últimas horas para despedirnos de las ardillas y para dar una vuelta por el barrio donde estaba el hotel.

Por todas partes hay rincones encantadores. Por ejemplo, yo me quedaría a vivir en esta casita de la bici sin pensármelo dos veces <3

Hay flores y detalles bonitos por todas partes! Yo apenas avanzaba porque me paraba a cada paso para hacer fotos.

Menos mal que G. me hace compañía quedándose atrás conmigo y después tenemos que correr para coger al resto de la familia jajajaja

Esta librería tan bonita estaba muy cerca del hotel, y siempre que pasaba por delante me quedaba mirándola, así que el último día no me pude resistir a hacerle una foto.

Y justo al lado de la librería, este encantador callejón. Ya no sé cuál me gusta más, el anterior o éste!

Aquí ya vamos de vuelta al hotel a coger las maletas y a esperar a que viniera el transporte a recogernos para ir al aeropuerto. ¡Snif!

¿Y quién se resiste a hacer una foto a esa cama de nubes esponjosas desde el avión? ¡Yo no!

¡Hasta pronto, Londres! Volveremos...

Londres (XVI). Excursión a Greenwich

Después de nuestro paseo por el Tower Brodge y la Torre de Londres (aquí), cogimos un barco para ir a Greenwich. Hay un embarcadero junto a la Torre de Londres.

Greenwich es una localidad archiconocida porque es donde se encuentra el meridiano cero, también llamado Meridiano de Greewich.

Pero además del famoso meridiano, Greenwich es un precioso pueblo de casas bajas y bonitas y, como no, enormes jardines de prados verdes.

Hay varios tipos de barcos que nos llevan allí. Hay barcos turísticos que van despacio, en los que nos van explicando todo lo que vamos viendo sobre el recorrido y suelen tener una gran parte descubierta, y hay otros barcos que van más rápidos y en su mayoría son cubiertos. Esta vez nosotros cogimos el rápido, porque eran más baratos jejeje

Estas son fotos hechas durante el recorrido, y desde el interior del barco, así que la calidad deja mucho que desear. Pero bueno, se agradece que sea completamente acristalado, para poder disfrutar de las vistas.

Lo primero que hicimos al llegar fue dar un buen paseo por el barrio. Hay una plaza en la que se celebra un mercado (Greenwich Market) de miércoles a domingo. Cada día de la semana está dedicado a algo diferente y la verdad es que vale la pena ir.

Esta vez no tengo fotos, porque la plaza estaba en obras. Pero en un viaje anterior coincidió con las fiestas de Halloween y el mercado estaba espectacular!

Greenwich está lleno de tiendas pequeñas donde puedes encontrar cosas curiosas y diferentes, como una tienda de mapas antiguos.

Nos pilló la hora de comer y aprovechamos para probar el típico "fish and chips" de un lugar mítico de Greenwich: The Pier.

Allí cogimos la comida, que te la dan en papel de periódico, y nos fuimos de picnic al parque.

El parque de Greenwich es espectacular. Tiene unas extensiones de césped alucinantes!

Caminando por el parque hacia arriba, se llega al observatorio de Greenwich.

El observatorio alberga un museo de astronomía y también un planetario, además del meridiano, que está marcado por una escultura y una línea, donde la gente hace cola para hacerse fotos.

Entre el precio de las entradas y la cola para hacerse fotos en el meridiano, nosotros decidimos buscarnos la vida y seguir la linea del meridiano, que atraviesa el interior del edificio y sale por la parte de atrás.

Así que allá nos fuimos a hacernos nuestras fotos con el famoso meridiano jejeje

Por la tarde decidimos seguir la costmbre británica e irnos a tomar un té en un lugar que tiene esta maravilla de tartas en la ventana. ¿Quién puede resistirse?

Era una casa pequeña, con una decoración muy ecléctica jejeje... Pero es todo muy casero y delicioso.

Nos tomamos una tarta de zanahoria (carrot cake) espectacularrrrrr!

De vuelta al embarcadero vimos el Cutty Shark, que está convertido enun museo marítimo.

Ver un velero de esa embergadura en la calle, resulta muy curioso.

Y en el viaje de vuelta pudimos disfrutar de esta maravillosa vista del Tower Bridge desde el barco. Con un típico autobús pasando justo por el medio jejeje

Londres (XV). The Tower Bridge y The London Tower

Era nuestro penúltimo día en Londres y aún no nos habíamos acercado a ver el Tower Bridge de cerca, ni la London Tower! Así que cogimos un metro y allá nos fuimos.

Están muy cerquita el uno de la otra. La próxima vez que vayamos a Londres tenemos pendiente una visita al interior de la torre de Londres, porque esta vez no nos dio tiempo. Pero aunque solo sea para verla por fuera, vale la pena acercarse.

La Torre de Londres es oficialmente el Palacio Real y Fortaleza de su Majestad. Fue fundada a finales del año 1066. Al principio su función fue otra, pero desde el año 1100 fue usado como prisión. Hoy en día se trata de una de las mayores atracciones turísticas del país.

La torre tiene una entrada de agua, llamada "Puerta de los Traidores", porque por ella entraban las personas acusadas de traición, como Ana Bolena.

Muy cerca de la Torre de Londres está el archiconocido Tower Bridge, que fue contruido a finales del siglo XIX.

El Tower Bridge es un puente levadizo, ya que cuando fue construido era necesario que el puente permitiera el paso de los barcos que entraban en el puerto.

Me resulta muy curiosa la visión de ese puente histórico en medio de todos esos modernos edificios del centro de Londres

Me encanta el color azul turquesa con el que lo han pintado, uno de mis colores preferidos :-)

Londres (XIV). London Eye al atardecer

El London Eye (Ojo de Londres) es una enorme noria de 135 metros de altura que se inauguró en el año 2000 para celebrar el nuevo milenio.

Desde su inauguración se ha convertido en uno de los iconos de Londres. Está situada junto al Támesis y las vistas desde ahí arriba son espectaculares.

Ya he comentado que nosotros empezamos a disfrutar desde que decidimos el destino de nuestro viaje. Nos encanta organizar, ver qué vamos a visitar cada día, ver vuelos, hoteles, etc.

La verdad es que solemos llevar todo bastante organizado con una ruta básica de lo que vamos a hacer cada día, porque los viajes nunca son tan largos como nos gustaría, así que tenemos que priorizar lo que queremos visitar y organizarlo en días. Y calcular gastos también.

Si podemos, ya compramos las entradas a los museos o lo que sea ya compradas desde aquí, así normalmente evitamos colas, y podemos ver si hay alguna oferta que nos pueda interesar.

Y claro, en toda esta planificación diaria hay que añadir otra variable: las fotos. Ya sé que en un viaje es imposible hacer las fotos que quieres a la mejor hora del día. Lo más normal es que tengas que apañarte con la luz que hay y la hora del día que toque.

Pero tuvimos que escoger la hora a la que queríamos subir al London Eye y ahí no me lo pensé dos veces: tenía que ser al atardecer.

Así que ya nos veis, calculando con semanas de antelación a qué hora se iba a poner el sol en Londres el día que teníamos reservado para la noria jajaja...

Llegamos con bastante tiempo, como solemos hacer siempre. "Solo" tuvimos que hacer una cola: la de entrada en la noria, nos ahorramos la de comprar los tickets, así que algo es algo.

El cielo estaba increíblemente despejado, ¡qué suerte habíamos tenido!

En la cola nos entretuvimos como pudimos, y, aunque se hizo larga, aún hubo ratos de risas jejeje

Y yo la mar de entretenida haciendo fotos desde la cola. Que el London Eye es bonito lo mires por donde lo mires. Las cabinas son una maravilla, caben hasta 25 personas y son completamente acristaladas para poder disfrutar de las vistas desde cualquier sitio.

Cuando por fin entramos en nuestra cabina, ya comenzaba a atardecer. ¡Creo que escogimos la hora perfecta!

¡El Big Ben es taaaaaan fotogénico!

Desde hace un tiempo, el London Eye está patrocinado por Cocacola, así que las luces son rojas y no sé si siempre y en todas las cabinas, pero en la nuestra teníamos cajas con montones de accesorios para hacer fotos y también un animador. Pero yo estaba tan fascinada con las vistas y tan entretanida con las fotos, que la verdad es que no le hice ni caso jajaja

La cúpula que se ve en la foto de abajo es la Catedral de St. Paul, que en esta ocasión no tuvimos tiempo de visitar. Queda pendiente para la próxima ;-)

Y otra vez el Big Ben y las casas del parlamento, con el sol poniéndose por detrás. Espectacular.

La vuelta en la noria dura una media hora. Cuando bajamos, los tonos amarillos y naranjas ya se habían tornado en rosas y lilas y todo había ya mucha menos luz.

Había muchísima gente por el paseo pegado al río, así que lo de sacar el trípode para hacer fotos con calma, era imposible. Pero bueno, me apañé como pude jajaja

Dejo para el final la que creo que es mi foto favorita del viaje. En el paseo al lado de la noria, había guirnaldas de bombillas que iban de farola a farola, preciosas! Y me sirvieron para enmarcar esta vista del Big Ben con este maravilloso atardecer rosado :-)

Londres (XIII). Big Ben y Catedral de Westminster

Después de visitar el palacio de Buckingham y pasear por St. James Park, con picnic incluido (en este post), nos dirigimos al Big Ben, sin duda una visita obligada cuando uno viene a Londres. Y es que el famosísimo reloj es, sin duda, el símbolo de Londres.

En realidad Big Ben es el nombre de la campana que tiene el reloj, pero por extensión se utiliza para nombrar también la torre, aunque oficialmente ahora se llama Elizabeth Tower.

El Big Ben está situado junto al Palacio de Westminster, que es la sede del parlamento del Reino Unido.

Es el reloj de cuatro caras más grande del mundo y la torre es la tercera torre de reloj más alta del mundo.

El reloj lleva en funcionamiento desde 1859. Casi nada.

¡Además es tan fotogénico! jajajaja

Junto al Big Ben se encuentra el Palacio de Westminster, también conocido como las Casas del Parlamento.

La torre más alta del palacio es la torre Victoria. Cuando la reina está en el parlamento, en su cima ondea el estandarte real, sino lo hace la bandera del Reino Unido.

Al lado de esta torre hay un "pequeño" jardín pegado al río, que se llama Jardín de la Torre Victoria, desde el que hay unas bonitas vistas del otro lado del río, donde está la noria.

Muy cerca de las Casas del Parlamento, está la abadía de Westminster, que fue fundada en el año 960 como un monasterio benedictino. Es donde se lleva a cabo la ceremonia de coronación de los monarcas británicos.

Junto a todos estos monumentos tan especiales, está el tranquilo barrio de Westminster, por donde dimos un paseo entre sus casas de ladrillo, tan inglesas :-)

Y del barrio de Westminster, al puente del mismo nombre, rumbo a nuestra siguiente parada:

Sí, el London Eye, la próxima semana.