El otro día, durante esta sesión se produjo la conjunción perfecta: una puesta de sol preciosa en una tarde cálida de otoño. Así que teníamos la playa vacía, temperatura agradable y unos colores perfectos para una sesión de fotos de ensueño.
Claro que todo lo anterior no hubiera servido de nada sin esta maravilla de modelo… ¡qué niña tan guapa y tan salada, por favor!
Yo creo que la parte que más le gustó fue la de perseguir gaviotas jejeje
Al principio olvidé mencionar que la marea estaba baja, lo que nos permite tener estos preciosos reflejos
Esos ojos, esa mirada, esa sonrisilla… me tienen enamorada
¡Muchísimas gracias a María y a su mami por permitirme compartir las fotos de esta sesión!