A pesar de que Berna estaba en obras cuando la visitamos, lo cual nunca es bueno para hacer fotos, tuve que dividir en dos posts nuestra visita a esta ciudad (la primera parte está aquí).
Si algo llama la atención en esta ciudad son los soportales que recorren toda la ciudad y la cantidad de fuentes que tiene (más de 100).
Todas estas fuentes fueron construidas en la época medieval, y han llegado en perfecto estado hasta nuestros días.
Casi todas tienen figuras con muchos detalles y mucho color, que destacan del conjunto de las mayoría de las fachadas de los edificios de la ciudad, que son mayoritariamente grises.
Con el calor que hacía, os imaginaréis que mis cabras disfrutaron como locos mojándose y salpicándose.
En la foto de abajo puede verse la torre Zytglogge, construida en el siglo XIII, que sin duda es otro de los atractivos de la ciudad. Tiene un reloj astronómico que fue montado en 1530. En la imagen que encabeza el post se puede ver con más detalle (es el que está en la parte inferior de la torre).