Tanto en Francia como en Alemania hemos visitado pueblos preciosos, adornados con flores de manera increíble.
Pero Estrasburgo va más allá. Porque no es un pueblo, es una ciudad de tamaño bastante considerable, y por donde uno mire hay flores: en jardines, plazas, calles, ventanas. Maceteros en los puentes, maceteros en las farolas y maceteros en las fachadas, porque sí, colocan hermosos maceteros colgantes en las fachadas para adornar las calles, como estos que se ven en la foto de abajo.
Las ventanas de las casas particulares no se quedan atrás y casi todas lucen unas jardines espectaculares.
En el hotel encontramos un plano con una ruta a pie para conocer lo más bonito de Estrasburgo. Como no teníamos nada planificado, nos pareció una buena idea. Y después de hacerla, creo que sí lo fue.
Quedamos maravillados con esta ciudad. Tanto que después de recorrer sus calles, ya dudo de mi intención inicial de pasar mi jubilación en Normandía, una región que me enamoró cuando la conocí en este viaje.
En fin, no es que sea demasiado joven, pero tal como se están poniendo las cosas, creo que lo de la jubilación me queda cada vez más lejos, así que aún tengo tiempo para pensarlo jajaja...
Estrasburgo es una ciudad tranquila, donde sus casas antiguas están perfectamente cuidadas y restauradas. Las fotos de abajo pertenecen a una zona llamada La Petite France. Sin duda, uno de los lugares más hermosos de la ciudad.
Toda la zona está llena de casas de madera y ladrillo que datan de los siglos XVI y XVII. Hoy en día muchas de ellas están convertidas en restaurantes y cafeterías donde degustar las especialidades de la zona.
Y sus puentes, ¡llenos de flores!
Siguiendo el mapa, nos dirigimos a la zona donde están los puentes cubiertos y la presa Vauban. Ambas construcciones datan de la época medieval.
Vale la pena subir a la terraza de la presa Vauban, desde allí hay unas vistas espectaculares de la ciudad, coronada por la majestuosa torre de la catedral.
Como siempre ocurre en estas ciudad y puentes de cuento, me llaman la atención los carteles de los comercios y de los locales de hostelería, que entonan lo más perfectamente posible con la ciudad.
Es una ciudad que no podéis dejar de visitar si tenéis oportunidad, de verdad.