¡Antes de nada quiero darles las gracias a estos padres geniales por dejarme publicar estas fotos! Me hubiese dado mucha pena no poder compartirlas porque la verdad es que las fotos me encantan ¡y los peques aún me encantan más!
¡Qué bien se portaron los peques! Bueno, y los padres también jajajaja... En serio, enseguida estaban todos relajados y pasándolo de maravilla. Los niños son muy diferentes como podéis ver... uno rubísimo y otro moreno; uno entusiasmado con las fotos y el otro más a su bola.
Tan a su bola estaba el peque que de repente echaba a correr y se me salía de plano jajaja... ¡Qué risas nos echamos!
El día estaba precioso, pero en cuanto llegamos a la playa empezó a entrar bruma en la ría. ¡Terror! Yo tenía en mente unas fotos con una e esas puestas de sol gallegas que son espectaculares, y de repente... ¡sorpresa!
En fin... la meteorología es uno de los factores incontrolables en este tipo de sesiones, así que hay que adaptarse. Vale, no habrá puesta de sol de colores intensos. Pero a cambio tenemos el sol de la tarde asomando entre la bruma.
Y qué quereis que os diga... ¡me encanta! Una atmósfera preciosa de colores suaves.
Aunque oficialmente ya estábamos en otoño, hacía mucho calor. Así que los niños disfrutaron de agua sin cortarse... ¡acabaron empapados!
No me lo pusieron muy fácil para hacerles unos primeros planos porque estaban todo el tiempo mirando al mar. ¿Solución? Pues fotógrafa metida en el agua hasta la rodilla jejeje
Voy a tener que considerar seriamente la opción de un pantalón de pescador ;-)
Me parece que las fotos muestran lo bien que lo pasamos todos. Creo que esta preciosa familia va a guardar como oro en paño estos recuerdos. ¡El tiempo pasa tan rápido!
¡Muchísimas gracias por todo!