DIY. Una tarjeta de Navidad

El otro día hice esta tarjeta y la verdad es que es tan facilita, barata y apañada, que pensé... "esto tengo que subirlo al blog" jajaja... Pues aquí está. Las fotos están hechas con el móvil a prisa y corriendo.

Lo primero que necesitamos es un trozo de cartón de esos corrugados, del tamaño que queramos hacer la tarjeta, teniendo en cuenta que hay que doblarlo.

A continuación lo "pelamos" por uno de los lados. Da igual si quedan pequeños trocitos, como se en las fotos. Le dan a la tarjeta un aire mucho más rústico jejeje

Además del cartón que va a servir de base para la tarjeta, necesitamos otro trozo de cartón sin pelar. Yo tenía otro diferente, bastante gordito que venia en algún embalaje, y como siempre guardo todo, que parece que tengo el síndrome de Diógenes, pues lo tenía por ahí por casa.

Este segundo trozo de cartón es para hacer la casa. Para cortarla yo usé un cúter, porque hacer la ventanita con una tijera es imposible.

¡Ahora a pintar! Yo utilicé una pintura chale paint que compré hace poco. La típica primera entrega de una colección que salía genial de precio jejeje

No quería que la tarjeta quedara perfectamente pintada, quería que se viera el cartón debajo de la pintura para darle un aspecto rústico, desgastado. El truco es mojar muy poquito el pincel en la pintura (los que saben lo llaman "pincel seco").

Hay que pintar la base de la tarjeta y la casita. La casita la dejé un poco más blanca para que destacara sobre el cartón.

Antes de pegar la casita al cartón hay que ponerle la "cortina", que es un trocito de una blonda de papel de esas que vienen en las bandejas de los pasteles, por ejemplo. Se hacen unas dobleces para que parezca más un a cortina y se pega con un poco de pegamento por la parte de dentro

Ahora hay que pegar la casita sobre el cartón, yo usé una pistola de silicona.

Y luego solo queda decorar.

Para el tejado unos trocitos de un tronco que tenía en casa, también pegados con silicona. En el vértice del tejado le puse dos cascabeles pequeñitos con un lacito.

Yo tenía en casa unas bolitas rojas, hojitas y piñas de una rama que había comprado en MiCasa. el Pero si tenéis elementos naturales seguro que también queda genial.

El cartelito de Feliz Navidad lo hice en la impresora, con una letra que os guste. Y le di la forma así ondulada con la tijera, como cuando se rizan los lazos, ¿sabéis cómo os digo?

Dentro le puse una cartulina blanca para poder escribir y lo sujeté a la tarjeta haciendo unos agujeritos y poniendo un cordoncillo de baker's twine.

Para rematar, un copito de nieve de cartulina que también venía con algo que ya no me acuerdo (el que guarda siempre tiene, dice mi madre jajaja)

¡Hoy es Samaín! Ideas para una fiesta

Hace un par de años hicimos una merienda de Halloween en casa con los amigos de la cabra pequeña. Hoy os traigo las fotos, por si os sirve de inspiración para decorar la casa o para hacer una merienda.

En la foto de arriba se ven unos buhos queestán hechos con tubos de papel del wc. Se doblan por un extremo, se pintan de negro, se les pegan unos ojitos y las alas y el pico están hechos de cartulina. Más fácil y más barato, imposible.

Como a la cabra pequeña y a su padre les gusta tanto dibujar y encima se les da genial, se pusieron a hacer "cuadros" terroríficos para adornar las paredes. Es una idea sencilla y los peques pueden pasar un buen rato dibujando monstruos inventados o cualquier cosa que se les ocurra.

En la chimenea, una guirnalda de tela de saco que había hecho ya hace tiempo y que ya os había enseñado en este post. Aquí se ve mejor el detalle de las pinzas: son de madera pintadas de naranja y con unos puntitos negros.

En una fiesta de samaín que se precie, no pueden faltar las calabazas. Pues ahí tenemos una enorme jejeje. Las arañitas son de plástico y las compré en los chinos de mi pueblo. Para simular la tela de araña usamos algodón y como veis, no es que quede muy bien, pero era lo único que teníamos a mano.

En el mueble de la entrada, otra calabaza, esta la pobre hasta tenía un cuchillo clavado y unas arañitas, ¡terrorífica! En el Lidl compramos un kit de figuras de fieltro de Samaín y las repatimos por toda la casa.

Para merendar preparé unas madalenas y las decoré con figuritas de samaín. Esto ya tiene truco, porque esos ojitos de azúcar y esas momias tan bonitísimas me las mandó mi hermana de EEUU, que no se le escapa una, y sabe que a mi me encantan estas cosas (gracias :-*).

También preparé brownie y lo corté en pequeños rectángulos a modo de tumbas de las que salían pequeños huesitos de chocolate blanco (el molde también me lo mandó mi hermana jejeje). Para que quedara más "realista", le puse unas miguitas por encima.

Y por último, un bizcocho normal y corriente, convertido en la cara de Jack Skellington. Quiero que conste que esto fue idea de mi marido y la verdad es que queda genial y muy fácil. Recortamos en cartulina los ojos de Jack, la nariz y la boca y echamos azúcar glass por encima, luego solo hay que quitar la cartulina con cuidado y listo!

Para terminar, platos, vasos, pajitas y servilletas verdes y naranjas y listo!

Samaín. Una calabaza calavera

Creo que esta es la calabaza más terrorífica que hemos hecho hasta el momento.

Aunque la verdad es que no sé qué da más miedo, si la calabaza o la cara de enfadada de nuestra gata con su drisfraz de Samaín, que le mandaron mis sobrinos desde el otro lado del charco jejejeje... ¡Sí, allí tienen hasta disfraces para gatos!

Y la verdad es que no le gustaba mucho, porque encima tenía cascabeles y eso de andar revelando su posición a cada paso, con lo sigilosos que son los gatos, no lo llevaba nada bien jajaja

Como veis, la calabaza son en realidad dos calabazas. La de fuera es como una cara partida por la mitad, y la de dentro es la calavera.

La calabaza de fuera no era mucho más grande que la calavera, así que para que quedara bien, tuvimos que partirla en dos mitades, además de quitarle un "gajo" en la parte que sería el frente.

No teníamos calabaza blanca, así que para que la calavera destacara un poco más, le dimos una capa muy ligera de pintura blanca para aclararla un poco. No queríamos que quedara totalmente blanca, pero sí un poco más clara para que tuviera más pinta de calavera.

Por último os dejo una foto de una calabaza que hicimos hace tiempo y que la verdad me encantó! No tengo fotos del proceso, ni fotos decentes hechas en casa. Nada. Esta foto la hice con el móvil cuando ya estaba en el colegio. Así que es una patata de foto, pero me pareció que debía incluirla porque es una calabaza muy bonita y muy fácil de hacer: solo hay que vaciar la calabaza y luego hacer agujeros como si se se la hubieran comido los ratones. Los ratones los hicimos con castañas. Las orejas son de cartulina, la cola es de cuerda de esa de atar la carne para asar, y los ojos son los típicos de manualidades.

Aprovechamos el piquito de las castañas para que fuera el morrito de los ratones, y a la cuerda le hicimos un nudo, en donde pusimos un alfiler de cabeza pequeña para pincharlo en la castaña. Para colocar las orejas, hicimos unas hendiduras en las castañas con un cuchillo. Y para colocar los ratones en la calabaza, usamos también alfileres.

Samaín. Una calabaza-furgoneta hyppie

Hoy os traigo una calabaza que hicimos hace ya unos años. Está inspirada en esta, pero como siempre, nos pareció un poco minimalista, así que le añadimos más cosas jejeje

Y es que la Van de Wolkswagen es la furgo hyppie por excelencia, así que, aprovechando que teníamos unas cuantas calabacita pequeñas, llenamos la "fuego-calabaza" de hippies jejeje. Les pusimos unos ojitos y a algunos pelo de cuerda.

La calabaza la vaciamos por la parte de arriba, hicimos el logo de Wolkswagen y la típica forma de estas furgonetas. Para que fuera un poco más hyppie, le pusimos unas flores de cartulina pinchadas con alfileres de esos que tienen las cabezas de colores.

No tengo fotos del proceso, pero sí de la decoración de una comida que hicimos en esas fechas. Como era cerca de Samaín, y ya habíamos traído la calabaza del cole, pues claro, aprovechamos para decorar un poquito.

Venían unas cuantas parejas de amigos con hijos, así que disfrazamos unos chupa-chups de fantasmitas con trozos de tela que atamos con un cordón y pintamos con un rotulador permanente. Más fácil imposible, no?

Y también había unas nubes con caras. Esta vez usamos un rotulador de tinta comestible, que no se asuste nadie! jejeje

La mesa de los peques, con unos farolillos rojos de Ikea, que lo mismo sirven para Navidad que para Samaín jejeje. Las flores son de metal, preciosas! Esas me las trajo mi hermana del otro lado del charco. Siempre las tengo en el mueble de la entrada en una damajuana, pero como el mueble estaba tan ocupado, pues las puse en una regadera de Ikea y a la mesa!

En la mesa de los adultos usé unos mantenidos individuales que tienen como mil años. Son de fibra natural. Tengo un par de ellos con unas cintas fucsias y naranjas, que puse en el medio. Y, aprovechando esos colores, adorné el resto de la mesa: servilletas de topos fucsias y en el centro unas latas para poner las margaritas en agua. Luego a las latas les puse un trozo de tela que tenía por casa de color naranja atado con una cuerda.

En la chimenea una guirnalda hecha con tela de saco (arpillera) con las letras pintadas con pintura negra y un pincel.

Las pinzas que las sujetan son pinzas de madera que pinté de color naranja y les puse unos puntitos negros.

Como teníamos una calabaza de más, el padre de las criaturas hizo otra calabaza para decorar. No da mucho miedo, pero en esta casa no nos va mucho el rollo del terror, así que hacemos un Samaín muy "light" jejeje

Samaín. Nuestra calabaza Lego

Todos los años, el cole de las cabras celebra un concurso de calabazas. La verdad es que hasta que no tuve hijos no sabía que esa tradición tan estadounidense del Halloween, tiene sus orígenes en Europa. Concretamente en nuestra zona, era una fiesta que celebraban los celtas, era el fin del período de cosechas y el comienzo del "período oscuro", es decir, del invierno. También era una fiesta de recuerdo de los antepasados, una noche en la que se creía que los espíritus podían caminar entre los vivos.

Como ha ocurrido con otras muchas festividades, la Iglesia transformó su significado, por eso ahora se celebra el día de todos los santos. Por lo visto hace muchos años la gente sí decoraba casas y muros con velas y calabazas (mi abuela y mi suegro, por ejemplo, se acuerdan de ello). Pero poco a poco la tradición se fue perdiendo. Creo que los colegios han tenido mucho que ver en el redescubrimiento de esta fiesta, y con lo que me gustan a mi las fiestas y las manualidades, les estoy muy agradecida jajaja

Finalmente desde Irlanda esta fiesta saltó el charco, y los estadounidenses que saben mejor que nadie hacer celebraciones a lo grande, lo convirtieron en Halloween.

Y bueno, nosotros desde el primer año nos apuntamos con entusiasmo al concurso de las calabzas. Además, las bases dicen que las calabazas se pueden hacer con ayuda de los padres. Y nosotros como tenemos un padre que es tan apañado, pues aprovechamos jajajaja

Casi siempre hay que trabajar con cuchillo, y de eso se encarga él, sobre todo cuando los niños eran pequeños. Y esta calabaza ya es de hace unos cuantos años.

La inspiración para hacer esta calabaza la saqué de aquí, pero luego uno tiene que hacer su versión, no? No está bien copiar al pie de la letra, hay que inspirarse en algo y adaptarlo. Y así lo hicimos. Una versión mucho menos minimalista, pero con la que disfrutamos un montón. Porque en esta casa los Legos tienen un éxito loco.

Bueno, y antes de seguir quiero pedir disculpas por las fotos. Son un horror, pero aún no tenía mi flamante cámara nueva y están hechas de noche, con las luces de casa, que cada una es de su madre y su padre. Y con prisa, que yo también estaba ayudando con la calabaza jejeje

Como veis, cogimos unas planchas de Lego grandes que teníamos de no sé qué juguete (creo que son del fuerte vaquero) y las unimos para hacer una base grande y así ir poniendo las piezas y muñequitos.

Por supuesto hicimos una grúa. Porque donde hayuna obra, siempre hay una grúa jajaja...

Apañamos como pudimos un cesto en el extremo de la grúa y lo usamos para poner los restos de la calabaza que los obreros iban sacando.

En realidad no teníamos tantas herramientas de Lego, pero hicimos acopio de todas las que pudimos y de cualquier otra cosa mínimamente parecido a una herramienta jajaja

También colocamos unos cuantos arbustos, una mesa para el "jefe de obra" y unas cuantas vallas.

Hasta pusimos un barrendero que se encargaba de quitar los restos de la calabaza jejeje

Bueno, espero que os sirva de inspiración. El miércoles más ;-)