Después de nuestra visita a Kinderdijk, pusimos rumbo a La Haya.
La Haya es la tercera ciudad más grande de los Países Bajos, después de Amsterdam y Rotterdam. Y además es la sede del gobierno, que no su capital. La capital es Ámsterdam, pero en la Haya se encuentran todos los organismos gubernamentales, así como las embajadas de los otros países y la residencia del rey.
Nos alojamos en este albergue juvenil al que ya habíamos ido en otra ocasión. Aunque se trata de un albergue juvenil, es un sitio perfecto para ir en familia. Está bien situado (se puede ir caminando al centro) y el ambiente es tranquilo, las instalaciones correctas y limpias y tiene habitaciones familiares. Nosotros nos alojamos en una de 6 literas.
En La Haya hay canales, aunque desde luego que no tantos como en Amsterdam.
En la foto de abajo puede verse el edificio principal del parlamento neerlandés.
Todas las calles que rodean este edificio son preciosas y vale la pena verlas.
El resto de la ciudad, pues vale la pena patearla con calma y admirando sus edificios y disfrutando de su ambiente tranquilo.
Por ejemplo, estas galerías comerciales me parecieron absolutamente preciosas.
En la foto de abajo puede verse el parlamento holandés. Me llama la atención el contraste entre los viejos edificios del parlamento y los modernos edificios que asoman por detrás.
Frente a los edificios del parlamento, al otro lado del canal, hay un parque muy bonito donde se puede hacer un picnic.
Ya al atardecer, cuando regresábamos al albergue, aproveché para hacer una foto en este canal. Como veis, las flores no faltan en esta ciudad.