Después de nuestra visita a Berna (aquí y aquí), volvimos a nuestros encantador albergue a dormir (aquí) y al día siguiente fuimos a visitar Lucerna.
Lucerna es una preciosa ciudad medieval situada junto al lago de los Cuatro Cantones y el río Reuss, y rodeada por los Alpes. Sin duda un entorno único que realza, aún más, la belleza de esta ciudad.
Lo más conocido de esta ciudad es, sin duda, el puente Kapellbrücke (puente de la capilla), que atraviesa el tío Reuss. Se trata del puente de madera más antiguo de Europa y el segundo más largo. Fue construido en 1365 y tiene 204,70 metros.
El día que visitamos Lucerna hacía demasiado calor. Además, la verdad es que nosotros no llevamos bien el calor, sobre todo cuando se trata de patear y visitar ciudades. Además llegamos al mediodía y el sol estaba en pleno apogeo.
Así que nos fuimos a la estación de tren, aprovechamos para comer unas crepes que había en un puestito y cogimos un mapa turístico de la ciudad. Vimos que muy cerca de donde estábamos había una pequeña playa, así que allá nos fuimos dando un paseo al pie del lago hasta llegar a la playa. Las cabras se dieron un buen baño en el lago que les pareció muy curioso. Eso de bañarse en una playa en la que hay arena y hasta pequeñas olitas y que el agua esté dulce se hace un poco raro jejeje...
Luego ya un poquito más frescos, nos dispusimos a recorrer la ciudad. Aunque la verdad es que seguía haciendo calor, eh!
En la imagen de abajo se ve una iglesia de dos torres. Se trata de la Hofkirche o iglesia de San Leodegardo y Mauricio. Fue construida entre 1633 y 1639 sobre los restos de una basílica románica que ardió en 1633.
Otra de las visitas recomendadas en la ciudad es la escultura del león herido (también conocido como el león moribundo). Se trata de una escultura tallada sobre una pared de roca por el albañil Lucas Ahorn sobre un diseño del escultor danés Bertel Thorsvalden.
Fue realizada para conmemorar la muerte de más de 700 soldados de la Guardia Suiza durante la revolución francesa en 1792 después de proteger al rey francés Luis XVI, que tenía un regimiento de 1000 mercenarios de la Guardia Suiza a su servicio.
La escultura del león se encuentra al aire libre en un jardín de entrada libre y no es a tamaño real. El tamaño del león es aproximadamente el doble de un león normal.
Y la verdad es que es una pasada la expresión que tiene el león en su rostro.
El casco antiguo está muy bien cuidado y llaman la atención los frescos que adornan muchas de las fachadas de los edificios antiguos.
En la foto de abajo, otro de los puntos de interés de la ciudad: la torre del reloj del antiguo ayuntamiento de Lucerna. Aunque inicialmente formaba parte del sistema defensivo de la ciudad.
Aún me quedan fotos por enseñaros, así que aún volveremos a visitar Lucerna de nuevo jejeje