Ayyy... Qué momentos tan bonitos son los embarazos de nuestros hijos.
Parece que se hacen largos, porque seamos sinceras, que levante la mano la mamá a la que no se le hicieron eternos los últimos meses del embarazo. Como mínimo, el último. Y que conste que yo no me quejo, eh. Mis cabras se portaron genial mientras estuvieron ahí (bueno, y después también jajaja), tuve unos embarazos de lujo, pero aún así... estaba deseando que nacieran.
Peeeeero... Luego también añoramos esos momentos, ¿verdad? Porque en el fondo qué son 9 meses comparados con toda una vida.
Pues para poder guardar esos recuerdos como tesoros que son, ¿qué mejor que una sesión de fotos?
Y ya que estamos, pues aprovechamos también para guardar recuerdos de sus primeras cosillas... Ropita, peluches, cualquier cosa que sea especial para nosotros.
Porque la verdad... andamos siempre tan apurados atendiendo a un montón de cosas a la vez, que de repente nace el bebé y nos damos cuenta de que no tenemos ni una sola foto de nuestra barriga. Y es una pena, ¿no os parece?
Ésto fue lo que pensó esta futura mamá tan requeteguapa que tuve la suerte de fotografiar. Estaba en su último mes de embarazo y de dio cuenta de que no tenía ni una sola foto bonita de su primer embarazo.
Así que quedamos para solucionarlo jajaja...
Al futuro papi le gusta mucho el río. Es pescador aficionado, así que les propuse ir a la Ruta da Pedra e da Auga a hacer la sesión. Ellos no viven muy cerca y no conocían el sitio, pero les mandé unas cuantas fotos y quedaron encantados :-)
A allá nos fuimos... El lugar es impresionante y al mismo tiempo es de muy fácil acceso para una futura mamá a punto de dar a luz, ¡que hay que tenerlo todo en cuenta!
Al principio, los típicos nervios. Suyos y míos, claro.
Ellos, pues supongo que porque eso de posar, pues siempre da un poco de vergüenza, porque las "personas normales" no estamos acostumbradas, no somos modelos ni famosos y nada parecido jajaja...
Y yo, pues nerviosa, ya no tanto por cómo saldrían las fotos, porque entre las cientos de fotos que disparo, malo será que no hubiera algunas decentes. Mis nervios al principio de las sesiones es por conseguir que ellos estén tranquilos, que disfruten relajadamente de la experiencia, que nos echemos unas risas. Porque solo así es como serán ellos mismos en las fotos. Y éso es lo que quiero, que se vean en las fotos y se reconozcan, y recuerden las anécdotas de las sesiones (que siempre las hay) entre risas.
En otras palabras: que sean naturales. Éso es lo que siempre quiero en las fotos que hago.
Claro que hay tipos de trabajos que siempre hay que hacer "fotos de rigor", pero no es el caso de una sesión de embarazo. Aquí nos podemos dar el lujo de hacer lo que queramos :-)
Y por éso me gustan también las sesiones al aire libre, porque hay más posibilidad de movimiento. Yo sugiero cosas, pero los protagonistas también!
Hay más escenarios diferentes con solo movernos unos metros, y eso es algo que en una sesión de estudio es muy difícil de conseguir.
Claro que en las sesiones de exteriores no está todo tan controlado como es un estudio. Pero no importa, hay que inventar, buscarse más la vida. Pero para mi, el resultado merece la pena. Sin duda.