Pues ahora que se acerca la primavera os enseño la decoración de la mesa de uno de mis cumpleaños.
Que los cumples de los niños están genial, molan mucho. Pero no sólo los niños cumplen años en la familia, ¿no? Los mayores también nos merecemos una mesa bonita bonita en nuestro cumpleaños. O cuando nos dé la gana, qué caray. No hacen falta motivos para poner una mesa distinta con 4 cosiñas que tengamos por casa.
Porque vamos, ésto sí que es fácil. Y barato. Más barato imposible.
Como siempre, nos juntamos toda la familia a este lado del charco para comer. Los gallegos no sabemos celebrar nada sin una buena comida de por medio jajajaja. Así que como suele ser habitual, necesitamos dos mesas. Sobre las mesas puse unos manteles blancos lisos.
Sobre los manteles puse papel kraft (¡ay, cómo me gusta!). Los rollos son del ancho exacto de la mesa, así que queda perfecto jejeje
En el centro puse unos cuantos botes de cristal de esos que siempre tengo guardados. Las flores las recogimos en un paseo por los alrededores de nuestra casa. En primavera los campos y hasta las cunetas están llenos de pequeñas flores preciosas!
Como ya he comentado en otros posts, suelo poner los nombres de los comensales en la mesa. Pues esta vez, en lugar de hacer unos cartelitos, decidí dibujar un círculo un poquito más grande que el plato que iba a poner, decorarlo con unas hojitas (con la ayuda de mi cuñada jeje) y poner en el centro el nombre correspondiente.
Íbamos a comer arroz con marisco, que lo hacemos siguiendo la receta de mi madre (en realidad lo hace el padre de las criaturas, que le queda per-fec-to) en una olla de barro y con leña, así que ya íbamos a colocar los platos servidos una vez que estuviéramos todos sentados a la mesa. Por lo tanto no hacía falta tener los platos ya colocados en la mesa.
Más sencillo y más barato imposible, ¿no?