Inspiración para decorar la casa en Navidad

Hoy os traigo algunas fotos de la Navidad pasada, por si a alguien le sirven para sacar alguna idea. Como siempre, decoramos la casa con un aire rústico. No me gustan las cosas brillantes, ni los dorados, ni los plateados. Nuestra Navidad es verde y roja, básicamente.

Sobre el mueble del comedor un tarro de galletas, tres pequeños botes con caramelos, mi preciosa tetera roja de peltre, y otra preciosa jarra también de peltre. Estas dos cosas fueron regalos de dos buenas amigas que se ve que me conocen bien jejeje... También unos farolillos de Ikea. Y luego unas rodajas de madera y mis ciervitos que nos acompañan desde hace ya unas cuantas navidades.

En el mueble de la entrada puse unos mini-abetos naturales dentro de unas bolsas de papel kraft. Para que no se me estropearan las bolsas al regarlos, puse debajo de los maceteros, dentro de las bolsas, unos platitos pequeños de café. En los arbolitos coloqué unas guirnaldas de les pequeñitos  y un Papá Noel de trapo con un aire muy rústico que lleva cono nosotros muchos años ya. De un lado puse unos carretes de madera preciosos que me regaló mi hermana con unos hilos tipo baker-twine con un aire antiguo que compré en una tienda de cosas de segunda mano en Pontevedra y que estaban genial de precio.

Colgando del espejo, un cordón con muchos cascabeles. ¡Me encantan los cascabeles!

Del otro lado un preciosa bandeja de madera y metal que me regaló mi hermana también, y unas piñas y ramitas de abeto. ¡Nada queda tan bonito como las hojas y ramas naturales!

En la mesa, un candelabro de latón con las 4 velas de los domingos de adviento. Ya sé que en la foto no se ven apenas, pero era la única que tenía jajaja...

Ahora estaba escribiendo el post y me di cuenta de la cantidad de cosas que tengo y que me han regalado tanta gente a la que quiero. ¡Qué afortunada soy! Eso es lo mejor de la vida, las personas con las que la compartes, aunque algunas estén lejos... sabes que están ahí. Siempre.

La familia, los amigos... poco más hace falta para ser feliz. Bueno, un poquito más de tiempo para poder disfrutarlos no es mucho pedir, no?

Samaín. Una calabaza-furgoneta hyppie

Hoy os traigo una calabaza que hicimos hace ya unos años. Está inspirada en esta, pero como siempre, nos pareció un poco minimalista, así que le añadimos más cosas jejeje

Y es que la Van de Wolkswagen es la furgo hyppie por excelencia, así que, aprovechando que teníamos unas cuantas calabacita pequeñas, llenamos la "fuego-calabaza" de hippies jejeje. Les pusimos unos ojitos y a algunos pelo de cuerda.

La calabaza la vaciamos por la parte de arriba, hicimos el logo de Wolkswagen y la típica forma de estas furgonetas. Para que fuera un poco más hyppie, le pusimos unas flores de cartulina pinchadas con alfileres de esos que tienen las cabezas de colores.

No tengo fotos del proceso, pero sí de la decoración de una comida que hicimos en esas fechas. Como era cerca de Samaín, y ya habíamos traído la calabaza del cole, pues claro, aprovechamos para decorar un poquito.

Venían unas cuantas parejas de amigos con hijos, así que disfrazamos unos chupa-chups de fantasmitas con trozos de tela que atamos con un cordón y pintamos con un rotulador permanente. Más fácil imposible, no?

Y también había unas nubes con caras. Esta vez usamos un rotulador de tinta comestible, que no se asuste nadie! jejeje

La mesa de los peques, con unos farolillos rojos de Ikea, que lo mismo sirven para Navidad que para Samaín jejeje. Las flores son de metal, preciosas! Esas me las trajo mi hermana del otro lado del charco. Siempre las tengo en el mueble de la entrada en una damajuana, pero como el mueble estaba tan ocupado, pues las puse en una regadera de Ikea y a la mesa!

En la mesa de los adultos usé unos mantenidos individuales que tienen como mil años. Son de fibra natural. Tengo un par de ellos con unas cintas fucsias y naranjas, que puse en el medio. Y, aprovechando esos colores, adorné el resto de la mesa: servilletas de topos fucsias y en el centro unas latas para poner las margaritas en agua. Luego a las latas les puse un trozo de tela que tenía por casa de color naranja atado con una cuerda.

En la chimenea una guirnalda hecha con tela de saco (arpillera) con las letras pintadas con pintura negra y un pincel.

Las pinzas que las sujetan son pinzas de madera que pinté de color naranja y les puse unos puntitos negros.

Como teníamos una calabaza de más, el padre de las criaturas hizo otra calabaza para decorar. No da mucho miedo, pero en esta casa no nos va mucho el rollo del terror, así que hacemos un Samaín muy "light" jejeje

Un cumpleaños muy otoñal

El fin de semana pasado tuvimos celebración en casa. El mediano cumplió 15 añazos (¡madre mía, cómo pasa el tiempo!) y tuvimos comida familiar en casa.

Con 15 años la cosa no está para muchos muñequitos, así que como estamos ya en el otoño, pues me eché al monte para recoger hojas y demás cosillas otoñales.

Para empezar, estas hojas de hiedra que encontramos en varios árboles cerca de casa. Y con las que hice una guirnalda de "Feliz cumple"

También encontré esa planta que aparece abajo entre las lámparas del comedor. No sé ni como se llama, pero tiene esa especie de bayas de color morado muy chulas.

Las hojas de hiedra las usé también para poner los nombres en la mesa. El cumpleañero pidió hamburguesas caseras para comer. Lógicamente también hubo patatas fritas. Y además también pusimos unas mazorcas de maíz a la brasa (ñammmmm!!!). Entre unas cosas y otras me pareció que un plato podía quedarse un poco pequeño, así que le pedí a mi madre estas tablas de madera que tiene para el churrasco. Una hojita encima de cada tabla con el nombre del comensal escrito con rotulador blanco y listo!

Como siempre, hicieron falta dos mesas (a veces hasta hacen falta tres). En una puse una cesta con hojas secas, castañas y erizos.

Y en la otra una cajita de madera de Florearte que me regalaron llena de flores el día de la madre. También cn hojas, castañas y erizos. Y un par de manzanitas chulísimas que me trajo mi hermana del otro lado del charco jejeje

En el mueble de la entrada puse un farol chulísimo que me regalo una amiga también chulísima. Dentro metí unas cuantas hojas, unas bayas y una guirnalda de pequeñas lucecitas.

También puse unas cuantas hojas de vid que encontré abandonada (que nadie se piense que ando estropeando parras o cepas por ahí, eh!). Y unas calabacitas que había comprado en una frutería. Por cierto, con el precio que tenían, creo que voy a dejar el trabajo, la fotografía y me voy a dedicar a sembrar calabazas y a venderlas :-P

Y para terminar, una foto del cumpleañero con su hermano pequeño :-)

La tarta, a petición del cumpleañero, fue la archiconocida "tarta de la señora Lola"

Bueno, yo usé esta decoración para el cumpleaños, pero los cestos, el farol y las calabazas siguen adornando la casa, así que podéis aprovechar alguna idea para cualquier otra celebración o simplemente para tener la casa decorada con un toque otoñal.

Regalo para el Día de la Madre

Un regalo no. Un regalazo. Éso fue lo que me hizo el padre de las cabras el año pasado.

Como ya os comenté, en nuestra casa los regalos por el día de la madre y del padre son cosas hechas a mano, no compradas. De peques los niños nos hacían cosas chulísimas en el cole que aún guardamos con mucho cariño. Por cierto, aprovecho para darles las GRACIAS a todas esos profesores y profesoras que cada año ayudan a nuestros peques a hacernos esos regalos tan bonitos :-)

Ahora las cabras ya se van haciendo mayores y no les hace tanta ilusión lo de hacernos regalos, así que el padre de las criaturas me hizo el regalo por su cuenta. Éso sí, luego todos me escribieron unas bonitas dedicatorias todos :-)

Escogió tres fotos que le gustaron y, a partir de ellas me hizo 3 dibujos preciosísimos!

En una estamos los cinco. En otra los chicos solos. Y en la última los chicos y yo.

Los dibujos están hechos en lienzos sobre tabla. Perfectos para poder enmarcarlos.

A m me llama muchísimo la atención que, con unos trazos en apariencia tan sencillos, sea capaz de captar tan bien los rasgos característicos de cada uno.

¡Son unos dibujos tan alegres y tan boniiiitos!

Y así de chulos quedan en nuestra chimenea:

¿A que es un artista?

Idea para decorar estor

Si os digo la verdad, yo no soy mucho de estores ni de cortinas. Y nada de persianas, las odio.

Con lo que me gusta ver el cielo, el paisaje, lo que sea, y que la luz entre en casa... Pues todo lo que se ponga por el medio, no me gusta.

Pero bueno, tengo que reconocer (a regañadientes) que a veces no hay más remedio. Por ejemplo, esta habitación hace las veces de "habitación para todo". El ordenador, las cosas de fotografía, de manualidades, libros y libretas, costura y, además, es donde la cabra pequeña hace las tareas.

Y por las tardes, cuando hace sol, entra por esa ventana a raudales. Y sí, está muy bien que el sol entre en casa, pero no está muy bien que te dé en los ojos cuanto intentas estudiar o hacer tareas. Así que claudiqué y compramos un estor, que es más práctico, barato, tapa mejor el sol, y, cuando está recogido, ocupa menos que una cortina jejeje.

Ni que decir tiene que quería algo baratito. No está la econonomía como para andar gastando los euros en cosas que no me gustan jajajaja... ¿Solución? Pues ir a Ikea, claro.

Allí compramos un estor que cubriera toda la ventana, que tapara bien el sol y que fuera blanco, que siempre va con todo.

Total, que cuando lo vi allí puesto ¡me pareció taaaaaaaaaaaaaaaaaan soso! Así que la cabeza empezó a darme vueltas a ver cómo podía arreglar aquello de manera fácil y barata.

Y bueno, se me ocurrió poner a las cabras a trabajar jajajaja...

Limpiamos el suelo de la entrada de casa bien limpito y extendimos allí el estor. A continuación las cabras se lavaron bien las manos y se pusieron unos calcetines limpios también para no ensuciar el estor si tenían que andar por encima.

Los muebles de esa habitación son todos blancos, no había problemas para poner los colores que quisiéramos, así que escogimos unas pinturas de colores alegres y variados para dar un poco de vidilla.

Las pinturas son para textiles. La verdad es que no tengo ni idea de qué marca eran, porque el estor ya hace años que tiene las manos pintadas.

Y el resto os lo podéis imaginar: con unos pinceles grandes les íbamos pintando las manos a las cabras y ellos las iban colocando. Solo hay que tener cuidado de que no se apoyen donde no deben con la mano pintada (para éso es mejor que solo tengan pintada una mano cada vez, por si tienen que apoyarse con la otra) y nosotros más o menos los íbamos dirigiendo para que los colores quedaran más o menos bien repartidos.

Pues éso, una idea muy fácil para darle un poco de vida a un estor un poco soso, ¿no?