Pues empiezo de nuevo la semana con un atardecer espectacular. Esta vez en O Grove, concretamente en Pedras Negras.
Me pasó lo mismo que otras muchas veces, era un simple paseo sin pretensiones fotográficas, pero me llevé la cámara por si acaso. ¿Por si acaso qué? Pues por si acaso el atardecer se ponía espectacular.
Y se puso, ¡vaya si se puso! Era un día de estos que está bueno, pero con nubes. Y si los atardeceres normalmente nunca se sabe cómo van a ser... cuando hay nubes, menos aún.
No llevaba trípode, pero hice algunos intentos de efecto seda apoyando la cámara en la barandilla del paseo, y esto fue lo más decente que conseguí. Y es bastante churro, le verdad.
Cuando ya nos íbamos vi estos toxiños en un lado del camino y tuve que para a hacerles una fotos, aunque ya era casi de noche, ¡pero estaban tan bonitos!