Hoy os traigo una sesión de fotos muy especial. Y es especial por los modelos, que son mis sobrinos, que los tengo lejos casi todo el año, así que cuando están aquí los pobres tienen que aguantarme en modo tía con los correspondientes achuchones de todo el año concentrados en un verano. Y encima en modo tía-fotógrafa, con las fotos de todo el año concentradas en un verano jajajaja… ¡La verdad es que tienen el cielo ganado!
Cerca de mi casa hay rincones preciosos y cada vez que paso por algún sitio que me gusta, pienso “qué rincón tan bonito para hacer una sesión de fotos”. Deformación profesional, supongo. El caso es que un día, de casualidad, me metí por uno de esos rincones preciosos a la hora justa en la que el sol estaba en el momento justo, que eso es muy importante. Así que lié a mi hermana para ir hasta allí con los niños a la hora justa.
Yo me encargué de llevar la ropa de los niños y los faroles. Y mi madre me mandó esas hortensias maravillosas que tiene en su jardín.
El bosque es precioso, pero hay bastantes silvas y toxos. Menos mal que mis sobrinos son unos campeones y unos modelos de lujo, e hicieron todo lo que la loca de su tía les pidió jajajajaja
Ahora que mis chicos son ya tan mayores, no sabéis cuánto agradezco tener sobrinos más pequeños para poder practicar estas cosas que se me pasan por la cabeza.
Yo creo que, a pesar de las instrucciones y de los toxos y las silvas, se lo pasaron muy bien. En las fotos se les ve tranquilos, relajados y sonrientes, tal como ellos son. Charlando de sus cosas y riéndose el uno de las payasadas del otro, y también de las chorradas de su madre y su tía.
De ahora en adelante, ya sé que puedo incluir este rincón como escenario de mis sesiones de fotos, porque la verdad es que me encanta el resultado. Esa luz atravesando los árboles crea un ambiente mágico, y el resultado son unas fotos bucólicas que me encantan. En este caso, el toque de la ropa, el cesto y el sombrero… refuerza aún más ese ambiente.
¡Ya me diréis si estas fotos os gustan tanto como a mí! Yo, desde luego, estoy feliz con el resultado. Me parece una manera maravillosa de tener unas fotos diferentes de los peques, de guardar esas caritas antes de que crezcan, ¡porque crecen demasiado rápido!