Otro día más seguimos de paseo por los jardines del castillo de Villandry.
Después de ver la huerta, seguimos ruta en dirección al Jardín del Sol, pero por el camino nos encontramos con esta especia de "área de descanso": un extensión enorme de césped cuidadísimo con mesas y sillas. Y claro, no dejamos pasar la oportunidad de sentarnos un rato a descansar y a reponer fuerzas jejeej
En uno de los lados había una caseta de madera con unas cuantas sillas de hierro de colores pastel amontonadas. ¡Yo me las hubiera traido todas para casa!
El Jardón del Sol está caracterizado por sus flores de colores cálidos que crecen de manera casi silvestre, en comparación con el orden "militar" que reina en la huerta jajajaja.
Aquí empezaron a llover un poquito, así que no pude hacer tantas fotos como me hubiese gustado, porque las flores de este jardín son de las que me gustan a mi. asilvestradas jajaja
Después del Jardín del Sol, pasamos al Jardín del Agua, que está lleno de pequeñas fuentes rodeadas de extensiones de césped perfectamente simétricas.
Alrededor hay un paseo con una especie de pérgola de árboles bajo la cual hay bancos de madera. La lluvia ligera no traspasaba las ramas de árboles, así que nos quedamos allí un rato esperando a que parara de lloviznar. A la cabra pequeña hasta le dio por probar con la meditación, tal como podéis ver en la foto. Así sería el ambiente de paz que se respiraba en esos jardines jajajaa
Además de las pequeñas fuentes, en el Jardín del Agua hay un estanque enorme por el que pasean a sus anchas patos y cisnes. Y al fondo del cual, podemos ver el castillo.
Por uno de los lados del estanque hay un puente sobre el que pasa un largo sendero que va a parar al bosque. Sí, sí... Un bosque dentro del jardín, casi nada!
De camino al bosque la cabra pequeña se encontró con un escarabajo enorme (aquí los llamamos vacalouras) y ahí nos paramos: él para hacerle fotos al bichillo y yo para hacerle fotos a él.
El bosque, pues precioso. Y enorme, ¡creo que hay bosque para pasear el día completo!
Nosotros nos fuimos a una especie de mirador, desde donde hay unas vistas espectaculares del castillo, los jardines y, al fondo, el pueblo.
La semana que viene, otro post sobre los jardines del Castillo de Villandry, porque, como veis, son enormes!