Después de la parada en la playa de las Catedrales, seguimos camino a nuestro siguiente destino: Oviedo.
Teníamos reservada una habitación en el Ibis Budget, que no está precisamente en el centro. Pero sí muy cerca. La verdad es que en 15 minutos a pie estábamos ya en el centro después de haber dejado la maleta en el hotel.
No teníamos mucho tiempo para ver Oviedo, ya que al día siguiente por la mañana ya nos íbamos. Así que simplemente nos dedicamos a pasear disfrutando de esta ciudad encantadora.
Tiene muchos edificios espectaculares. ¡Yo no me cansaba de mirar hacia arriba!
Y por supuesto, no faltó una visita al parque Campo de San Francisco, que es una maravilla en medio de la ciudad. Hacía bastante calor, y ya se sabe que los del norte tenemos poca resistencia al calor, así que un descanso tirados sobre el césped, a la sombra de los árboles, nos sentó de maravilla :-)
Eran las horas de más calor, así que alargamos el paseo por el parque todo lo que pudimos jajaja
A continuación nos dirigimos al casco antiguo, donde la Catedral es visita obligada. Es una Catedral de estilo barroco y a mi me llamó la atención porque solo tiene una torre, cuando la mayoría suelen ser simétricas. Está situada en una plaza muy bonita y todo el entorno está muy cuidado.
Como pasa en todas las ciudades en Europa, la zona antigua es lo más bonito de la ciudad y cada rincón tiene su encanto.
También en la zona antigua se encuentra el mercado de Fontán.
Y muy cerca está la plaza de Fontán, rodeada de soportales y que se merece una visita. Y si además nos sentamos en una de sus terrazas a picar algo y tomarnos una sidrina, mejor que mejor ;-)
Después de haber cenado cachopo, una tabla de quesos asturianos y sidra, nos fuimos dando un paseo de nuevo al hotel.