Hoy seguimos con el viaje a Londres del pasado mes de Febrero. Decidimos que iríamos antes de las Navidades y teníamos comprados los pasajes, pero no les dijimos nada a los niños. Queríamos reservar la sorpresa para Navidad: Ese sería nuestro regalo para ellos y también el regalo "mutuo" entre el padre de las criaturas y yo. Aparte del viaje, que era el regalo "gordo", algún detallito más cayó. Pero sin duda el viaje fue el regalo estrella.
¿Pero cómo íbamos a envolver un viaje? Yo no concibo un regalo sin que esté perfectamente empaquetado jajaja... Además, compramos los billetes en Ryanair, con lo cual los billetes eran una cosa fea y poco clara. Así que me inventé unas tarjetas de embarque que fueran un poco más claras y, sobre todo, más bonitas :-)
Metimos cada tarjeta en un sobre blanco con el nombre del destinatario y ¡regalos listos!
En esta casa disfrutamos casi tanto de los preparativos del viaje como del viaje en sí mismo. Vamos, que empezamos a viajar antes de coger el avión jajajaja... Después de las Navidades nos pusimos manos a la obra a preparar el viaje. Y qué mejor manera de empezar que con un té muy inglés, una buena guía. Lo primero que hicimos fue elaborar una lista con las cosas que todos queríamos ver.
Después de los pasajes, nos quedaba lo peor: El Hotel. Londres me parece una ciudad carísima para dormir. Porque eso es lo que yo le pido a un hotel: Quiero un sitio limpio y sencillo donde poder dormir. No pido lujos. Preferimos gastarnos el dinero en otras cosas. Nosotros en los viajes hacemos muchas cosas, pero descansar no es un de ellas jajaja...
Buscamos en un montón de webs, hicimos listas y más listas. Miramos hoteles, hostales, albergues juveniles y pisos. Queríamos algo céntrico, en la zona 1 o, como mucho, 2 del metro. Porque de ahí en adelante los precios del transporte público se disparan bastante, y además se pierde mucho tiempo en los desplazamientos. Al final a Lino se le ocurrió buscar por internet un bed & breakfast en el que habíamos estado hacía exactamente 20 años, la primera vez que fuimos a Londres, sin hijos, solteros y con amigos. ¡Y lo encontramos!
Es el hotel St. Simeon (web). No os voy a engañar, es un hotel muuuuuy básico, con una "decoración" bastante cutre. Pero a cambio está aceptablemente limpio, situado en un barrio espectacular, tiene habitaciones para 5 (eso es ya como un milagro!), baño en la habitación (no sabéis la cantidad de hoteles que hay en Londres con baños compartidos a estas alturas del siglo XXI), desayuno incluido y un precio bastante aceptable.
Para compensar el hotel está situado en el barrio de Kensington y a una manzana de distancia de la parada de metro más cercana. Y de un supermercado también!
Kensington es un barrio elegante y tranquilo, pero al mismo tiempo con mucha vida.
Con los típicos edificios ingleses, con sus jardines privados.
Varios de los museos más frecuentados de Londres están en esta barrio, que también está lleno de embajadas espectaculares.
Para rematar en el barrio de Kensington está uno de los parques más bonitos de Londres: Kensington Gardens. Y por supuesto no podía faltar el típico pub!