Me imagino que tooodo el mundo conoce a Mafalda. Y pensaréis, "¡pues vaya novedad!", pues sí, cierto, no es muy original hablar de Mafalda a estas alturas jajaja... Pero a ver, hay una explicación, y es que ayer fue su cumpleaños.
Sí, la primera vez que se publicó una tira de Mafalda fue el 29 de Septiembre de 1964, así que tiene, ni más ni menos que 52 añitos. ¡Y lo bien que se conserva!
Y no lo digo solo porque sigue siendo una niña, sino por la temática de sus historias. Que uno lee cualquier tira de Mafalda de hace 50 años y parece que fue escrita ayer mismo. Los mismos temas sobre política, la paz mundial y todas sus preocupaciones sobre la sociedad en la que vive, siguen siendo las nuestras después de tantos años. Parece que no mucho no avanzamos, eh?
Hace unos años me regalaron este libro de Todo Mafalda y viene con un texto de Gabriel García Márquez que me encanta:
No sé a qué edad empecé a leer las historietas de Mafalda, pero yo recuerdo de toda la vida tener esos pequeños libritos. Me encantaba cuando me los compraban y disfrutaba muchísimo leyéndolos. Creo que de niña aprendí mucho de ella. Cosas que a cierta edad no te planteas, porque uno vive en su burbuja, y gracias a ella te das cuenta de otras realidades.
Porque Mafalda es una niña muy sensata y muy despierta para su edad. Tiene unos intereses propios de personas mayores. A menudo pone en jaque a sus pobres padres, que están tan ocupados llevando adelante a su familia que no tienen ni tiempo ni ganas para dedicar a los asuntos tan trascendentales que les plantea su hija.
Mafalda me encanta porque tiene la cabeza amueblada, es generosa, se preocupa por la gente, no solo por los suyos, sino por el mundo entero, tiene ideales de paz y libertad, quiere que el mundo sea mejor y sueña con poder contribuir a ello cuando sea mayor. Y, además de plantear todos esos temas, lo hace con una maravillosa ironía. Lo que aquí en Galicia llamamos retranca, vamos jajaja.
¡No sé cómo hace Quino, el autor de Mafalda para decir tanto en tan solo una tira... Me parece imposible!
Y para acompañar a Mafalda, qué mejor que otro argentino? Mafalda es muy famosa, pero a lo mejor a Rafael Amor no lo conocéis. Es un cantautor argentino con unas letras maravillosas. En concreto esta canción me encanta (bueno, seguramente diría lo mismo de otras muchas de sus canciones), nos habla de no renunciar a nuestros ideales, de ser libres de corazón, de no dejar claudicar nuestro nuestra conciencia, nuestro corazón.
Definitivamente Quino y García Márquez tienen razón, los verdaderos corazones libres son los de los niños. Deberíamos ser siempre al menos un poco niños. O intentarlo al menos.