El guardián entre el centeno es una novela escrita por el estadounidense J.D. Salinger.
La novela está narrada en primera persona por el protagonista, un adolescente llamado Holden Caulfield, y trata sobre las aventuras que vivió en Nueva York, antes de regresar a su casa cuando lo expulsaron del instituto por una pelea con un compañero.
Sí, cuenta sus aventuras. Pero dice mucho más. Habla acerca de los pensamientos y sentimientos de un adolescente que no quiere abandonar la infancia.
"Tienes que estudiar justo lo suficiente para poder comprarte un Cadillac algún día, tienes que fingir que te importa si gana o pierde el equipo del colegio, y tienes que hablar todo el día de chicas, alcohol y sexo."
Critica la hipocresía y la manera de ser de los adultos. Y habla con mucho cariño de su hermana pequeña, que es aún una niña, y también de su hermano muerto.
"No sé por qué hay que dejar de querer a una persona sólo porque se ha muerto. Sobre todo si era cien veces mejor que los que siguen viviendo”
Además, el título hace referencia a una conversación que Holden tiene con su hermana, cuando él le dice que lo que quiere es ser un guardián escondido en el centeno, y cuidar de los niños que juegan en ese campo de centeno, no se caigan por el precipicio. Quizás el campo de centeno es la infancia, y el precipicio es la edad adulta.
Hoy en día, más de 60 años después, se venden más de 250.000 copias cada año. Y es que El guardián entre el centeno es un icono de la rebeldía adolescente, del miedo a hacerse mayor.
"(...) muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños, y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde del precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan en él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Yo sería el guardián entre el centeno"
Y la canción, pues una sobre rebeldía. No podía ser de otra manera.