Hoy os presento a Martín, a quien tuve la suerte de poder hacerle una sesión de precomunión. Su madre quería unas fotos diferentes para los recordatorios, naturales, al aire libre. Y por suerte se le ocurrió contar conmigo. Bueno, suerte y tener amigas-clientas geniales que les hablan bien de mi a sus amigas ;-)
Y Martín es un muñeco. En cuanto le vi esa sonrisa y esa mirada de pillo supe que la cosa iba a ir bien. Al principio, como siempre, la cosa es más formal. Aún no habíamos cogido mucha confianza, así que aproveché para hacer las fotos "formales", con su chaqueta y su corbata.
Escogimos la playa de Montalvo y el atardecer, como siempre. Primero nos quedamos un rato en el pinar. La madera del quiosco es una chulada de fondo para cualquier foto.
¡Por favor, no me digáis que este niño no es una preciosidad! Y encima lo genial que se portó. ¡Una maravilla!
Cuando el sol había bajado un poco más, fuimos la playa. El día estaba precioso. Yo creo que Martín se hubiera dado un baño de buena gana jajaja...
Después ya fuera chaqueta y fuera corbata. Él ya estaba más cómodo conmigo, y su sonrisa así lo demuestra :-)
Y cuando lo dije que se echara unas carreras por la playa y que diera saltos, buenooooo... Creo que su cara lo dice todo, no?
¡Y a las dunas a salta más!
La puestas de sol son tan bonitas... Y si son al borde del mar, aún mejor :-)
Y por último, cuando ya nos íbamos, no me pude resistir a hacerle unos cuantos primeros planos. La luz estaba perfecta y él es tan fotogénico!
¿Y esos ojitos mirando a su mami mientras le pone la corbata? ¡Ay, qué riquiño, por favor!
Martín, gracias por habérmelo puesto tan fácil. No sé tú, pero yo me lo pasé genial. Y gracias a su mami por haber confiado en mi para hacer este reportaje y por permitirme compartirlo en mi web. De verdad, qué encanto de familia!