Qué prontito caen los Carnavales este año, ¿no?
A mi me encantan los Carnavales desde siempre. Me encanta pensar los disfraces, prepararlos y, por supuesto, disfrazarme jejeje.
Pero siempre me gustaron los disfraces sencillos y, a ser posible, hechos en casa. O más bien debería decir "apañados en casa", cogiendo una cosa de aquí, otra de allá... Ah, y también que sean cómodos y fáciles de llevar. Las caretas y las cosas así complicadas no me gustan.
Mientras los niños eran pequeños, aproveché todo lo que pude para disfrazarnos todos juntos. Pero ahora que ya son mayores... No soy capaz de convencerlos, no les gusta disfrazarse y no hay nada que hacer. Al padre de las criaturas tampoco le gusta, así que 4 contra 1 ya es demasiado hasta para mi jajajaja...
Pero bueno, tengo algunas fotos en el ordenador y os las iré enseño por si os sirve de ayuda.
Éstas son de año que nos disfrazamos de Wally. Supongo que conocéis los famosos libros de "Dónde está Wally?", no sé, al menos en mi casa son muy famosos, a mis cabras les encantan.
Como veis, el disfraz no puede ser más fácil: pantalones vaqueros, una camiseta de rayas blancas y rojas, un gorro blanco y rojo, un bastón y gafas redondas.
No encontré por ninguna parte camisetas ya hechas, así que no me quedó otra que ponerme manos a la obra. Compré tela de carnaval, es decir, de la baratilla. Pero la puse del revés. Por el derecho me parecía demasiado brillante, en cambio por el revés era perfecta.
Yo no sé coser. Tengo una máquina para hacer chapuzas, pero lo que es coser "de verdad", ni idea. Busco tutoriales por internet para intentar que quede algo decente, pero bueno... No soy muy diestra, la verdad, ni tengo mucho tiempo para practicar tampoco, así que la cosa va como va jajaja
Si os fijáis en la foto de abajo, veréis que las camisetas van atadas por la parte de atrás. No me maté a intentar colocarle un botón o una cremallera.
Los gorros también tuve que hacerlos. Pero esos fueron mucho más fáciles, además los hice con fieltro (blanco y rojo), que no se deshilacha ni nada. El pompón lo hice con lana roja.
Las gafas las había comprado en la juguetería de mi pueblo, O Home do Saco.
No encontramos bastones, así que nos arreglamos con unos palos. Y, como ya me imaginaba que los niños no iban a aguantar mucho tiempo seguido las gafas, les até una lana roja para poder dejarlas colgando para que no se perdieran.
Los disfraces son una chapuza, pero éstos ¿no son los Wallys más guapos del mundo? ;-)
El mayor no quiso disfrazarse de Wally. Escogió algo así como más de "chico mayor", pero ya os lo enseño otro día.