Los papis de Sara, aprovechando que tenían que hacer la sesión de bautizo, decidieron hacerse también una mini sesión de familia.
Siempre es buen momento para hacerse una sesión de familia, pero lo cierto es que solemos primar las comuniones, bautizos y otros eventos. Y desde luego está genial hacer sesiones para esas ocasiones, pero por favor, no nos olvidemos de las sesiones de familia!
Un buen rato tranquilos y relajados, pasándolo muy bien y unos recuerdos preciosos para siempre.
A pesar de que Sara ya estaba un poco cansadiña, se portó genial y se lo pasó en grande en brazos de su mami y de su papi. Y siempre pendiente de las monadas que le hacía su abuela detrás de la cámara ¡y a la que le agradezco mucho su ayuda!
¡Cuánta ternura y complicidad hay en estas imágenes!
¡Venga, animaros a haceros una sesión de familia! Yo os digo, por experiencia propia, que no os arrepentiréis.