Y es que a París no nos cansamos de volver. Siempre hay cosas nuevas que ver y otras cosas que ya conocemos, pero que nos encanta volver a visitar. Por ejemplo... ¿alguien se puede cansar de ver de la Torre Eiffel? ¡Pues claro que no!
El verano pasado los astros se alinearon para que pudiéramos pasar 4 días increíbles en París con mi hermana y su familia. ¡Qué bien nos sentaron esos 4 días disfrutando de esta maravillosa ciudad después de pasar todo un año separados por el Atlántico!
Como casi siempre, volamos desde Oporto porque fue desde donde encontramos los vuelos más baratos y los días que más nos convenían.
Nos alojamos en un piso en el que cabíamos los 9 y a un precio decente. Pero bueno, ni el piso ni la zona eran nada del otro mundo. Suficiente para dormir y con supermecados cerca.
Llegamos al apartamento al mediodía, así que dejamos las maletas, comimos unas pizzas en un restaurante cercano¡ y nos fuimos a los Champs de Mars a ver la maravillosa Torre Eiffel!
Se ve que mi sobrina no estaba muy cansada del viaje porque no paró de hacer el pino, el puente y todo lo que se le ocurrió jajajajaja...
Me encantan los cafés parisinos que hay en casi todas las esquinas de las calles, con sus toldos (normalmente rojos). Son casi tan bonitos como imposibles para un grupo de viajeros como nosotros. Están pensados únicamente para parejas. Hay que quererse mucho y llevarse muy bien para compartir esas mesas diminutas sin terminar peleados jajajajaja....
Menos mal que de camino al metro encontramos una crepería donde pusimos comprar unas crepes para llevar. ¡Y la verdad es que estaban muuuy buenas! La de nutella y plátano sin duda fue la que más triunfó entre los viajeros más jóvenes jajaja
Ya la tarde caía sobre París y asomaba la luna por encima de los tejados grises tan típicos de esta ciudad. Yo la pillé así de bonita justo cuando pasábamos por la escuela militar de camino al metro.
Os decía al principio que París estaba lleno de rincones preciosos que no conocíamos, ¿no? Pues para muestra un botón. Este pequeño jardín, situado muy cerquita de la escuela militar. Me hubiese encantado hacer allí un picnic, en ese césped perfecto, rodeados de flores y con esa maravillosa luz del atardecer. Y como guinda del pastel... ¡la majestuosa Torre Eiffel!
En los siguientes días iré dando detalles de nuestro recorrido de 4 días por París muy bien aprovechados. ¿Alguien tiene París como destino estas vacaciones?