Y aquí la segunda parte de la sesión. He de decir que nos costó un poco sacarlo de la cocina, estaba tan encantado con las manos en la masa que no quería saber nada de las nubes, los cuentos o los peluches jajajaja
Pero bueno, al final logramos convencerlo. Ayudó mucho el pequeño bastón de caramelo. ¡Hay que tener recursos siempre!
Como veis, enseguida estaba de nuevo en su salsa y andaba ofreciendo nubes feliz de la vida jajaja.. mordisco para mamá, mordisco para la abuela y para la fotógrafa también jajaja… ¡Más riquiño!
Y después de tanto repartir… a descansar bien, que con tantos cojines se está de maravilla en esta camita.
Y como fin de fiesta… ¡mamá se apunta también a la foto! Si es que de tal palo, tal astilla. ¿Se puede ser más guapos y más riquiños? ¡No!
Vanessa, muchísimas gracias un año más por acercarte hasta mi estudio (¡que aún tienes un paseo!) con tu precioso peque para hacer las fotos de Navidad conmigo. Y también muchísimas gracias por dejarme compartirlas en mi blog y en mis redes sociales. ¡Qué familia más bonita sois!