Teníamos compradas nuestras entradas para visitar la cúpula del parlamento nuestro tercer día de visita en Berlín.
Habíamos leído que las vistas desde allí eran chulísimas, así que me pedí ir al atardecer, tal como había hecho ya en nuestra visita al London Eye.
¿Y por qué al atardecer? Pues porque todo es más bonito a esa hora, porque la luz es mágica.
¡Eso siempre que no esté el cielo completamente cubierto, claro! En fin... la suerte nos sonrió en la noria de Londres, pero nos falló un poquito en la Berlín. Tampoco es para quejarse: ¡Febrero en Berlín y de momento solo nos ha llovido un poco una mañana!
La entrada a la cúpula del parlamento es gratuita, solo es necesario reservar con antelación en esta página web.
Hay que indicar el día y la hora a la que queremos hacer la visita y nada más. Aunque creo que también hay una taquilla para recoger las entradas cerca de la entrada del parlamento, pero había bastante cola y creo que no te las dan para entrar en ese momento, sino para cuando hay sitio.
Hay que pasar un control de seguridad en el que te revisan las mochilas y te piden la documentación, por lo que se hace un poco de cola, pero nada del otro mundo.
Antes de entrar en la cúpula dimos un paseo por fuera, antes de que se hiciera totalmente de noche. Las vistas son una chulada y si el día estuviera despejado, seguro que hubiéramos disfrutado de un atardecer dorado, pero bueno...
Después de hacer unas cuantas fotos fuera, entramos en la cúpula, que fue diseñada por Norman Foster. Está hecha de cristal, de forma que se puede ver hacia afuera desde cualquier sitio.
El edificio del parlamento fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la reunificación alemana, se decidió la reconstrucción del edificio con una nueva cúpula, y fue Norman foster el ganador del concurso.
Para subir, tiene una rampa pegada a la parte exterior, así que mientras vamos subiendo por la cúpula, se puede ir disfrutando de unas vistas espectaculares.
Desde la cúpula se puede ver el interior de la cámara de debates del parlamento alemán (foto inferior), ya que, justo debajo del cono de espejos que se ve en la foto, hay una especie de ventana circular, que es el techo de la sala del parlamento.
Ese cono de espejo se utiliza para reflejar la luz que hay en la cúpula hacia la cámara de debates del parlamento.
Alrededor de esa ventana circular, hay una pequeña exposición sobre la historia del parlamento.
Después de salir del Parlamento, nos fuimos dando un paseo hasta la Postdamer Platz. Allí está el Sony Center, que también tiene una cúpula espectacular.
El Sony Center es una plaza con una gran cúpula en la que hay numerosos edificios de oficinas, hoteles, cine, teatro, bares y restaurantes. Y también es donde está Legoland.
Fue construido tras la caída del muro de Berlín. Después de la Segunda Guerra Mundial, todos los edificios y casas que había en esa zona quedaron completamente destruidos, y después, cuando de levantó el muro, se prohibió que se construyera nada en ese enorme solar, debido a su cercanía con el muro.
No tengo gran angular, así que me fue imposible hacerle una foto decente a la cúpula, pero la verdad es que es muy chula: es altísima, con lo cual no da sensación de estar encerrado, pero al mismo tiempo ampara la plaza de la lluvia, y además va cambiando de color.