Sí, sí... un poco raro estar mostrando trabajos de fotografía a estas alturas del año, pero más vale tarde que nunca. Y es que esta sesión de postcomunión la hicimos bastante tarde porque en verano a los padres de este mozo les era muy complicado quedar porque tienen mucho trabajo.
Así que, pasado el verano, y con la ventaja de tener las playas vacías, quedamos una tarde en A Lanzada para hacer este reportaje. Las fotos de la precomunión ya os las enseñé en este post.
Como siempre, las sesiones de después son las mejores. Sobre todo para los niños (y para la fotógrafa también jajaja)... todos tranquilos, sin preocupaciones de que el traje se estropee o se manche, ¡da igual!
Aunque era ya bastante tarde, hacía calor, así que nos mojamos los pies. Sí, digo "mojamos" porque el modelo acabó bastante empapado ¡y yo también!
El atardecer estaba espectacular, como podéis ver... Cuando está despejado, pero hay nubecillas en el horizonte todo es aún más bonito.
Además de las fotos con el traje de Comunión, Álvaro se trajo una equipación de fútbol, su deporte favorito. Y un balón, claro. Y allí estuvo jugando sin parar mientras yo disparaba también sin parar!
Muchísimas gracias a los padres de este Álvaro por haber confiado en mí y por darme dado permiso para compartir las fotos en mi blog!