San Juan de Luz (Saint Jean de Luz) nos recibió de esta guisa cuando llegamos. La playa bañada con la impresionante luz del atardecer, haciendo honor a su nombre.
San Juan de Luz está situado en el País Vasco-Francés, muy cerquita de la frontera con España.
Es un pueblo pequeño y precioso. No estuvimos mucho tiempo, pero me pareció que había muchísimo ambiente. Montones de terrazas llenas de gente comiendo y bebiendo.
Todas sus casas son muy pintorescas y están magníficamente cuidadas, con sus contras y sus balcones de madera, casi siempre pintadas de rojo.
Las casas que están pegadas a la playa tienen, además, otra curiosidad: una especie de puentes que van desde la planta principal hasta la playa. Porque la calle sobre la que se asientan, está más abajo del nivel de la playa, y es por donde pasas los coches.
Como en casi todas las ciudades francesas que visitamos, hay un motón de calles adornadas con banderolas.
Y por supuesto, flores y pequeños detalles por todas partes.
Lo de las flores en Francia es una cosa de otro mundo...
Me quedé enamorada de esta pequeña ciudad. Para mi, tiene un encanto especial. Quizás Biarritz sea más famosa, peeeeeero... Puestos a elegir, yo me quedo con San Juan.