Pues como veis, nuestra mesa de Fin de Año es muy diferente a nuestra de Nochebuena.
En Fin de Año siempre pongo un mantel precioso de bolillos hecho a mano por una gran amiga nuestra y que me regaló hace ya unos años. Bueno, eso en la mesa grande. En la mesa pequeña pongo uno también precioso con unas flores bordadas a punto de cruz, que me regaló mi madre.
Para poner los nombres en la mesa, este año se me ocurrió poner unos relojes a punto de marcar las 12 jejeje...
Son muy facilitos de hacer (lo siento, pero no tengo fotos del paso a paso, es lo que tienen las prisas). Y baratos, como siempre. Solo necesitamos unas blondas redondas, cartulina blanca, cartulina negra y encuadernadores.
Para empezar, saqué el dibujo del reloj de esta web. La copié y la pegué en un procesador de textos. Una vez copiada allí, le añadí los nombres en un color rojizo a juego con las flores de los platos y un fondo negro para que destacara un poco de la blonda de abajo.
Para empezar, hay que medir el diámetro del centro de la blonda y, en el procesador de textos, asegurarse de la circunferencia negra sea de la misma medida.
Luego las imprimí en cartulina blanca. Las agujas las hice con cartulina negra, y uní las agujas, el reloj y la blonda con unos encuadernadores dorados. Mi idea era que las agujas pudieran moverse, pero el encuadernador era muy grande para el tamaño de las agujas, así que finalmente eran fijas jajaja... Pero aunque no se pudieran mover, creo que quedan mejor así y no impresas en el reloj.
Aparte de los relojes con los nombres, puse unos tarros de vidrio con unas flores que no sé cómo se llaman y que compré en Florearte. Además de las flores, en cada bote de vidrio puse dos corazones recortados de un trozo de un papel de regalo muy rústico que tenía en casa pegados en unos palitos de brocheta y dos estrellitas doradas pegadas en unos alambres enroscados.
En los botes até un trozo de baker's twine y una estrella dorada recortada con una troquelado que compré en el Lidl hace poco y que tiene una forma preciosa. Ah! Y en el agua de los botes, puse unos frutos rojos que habíamos comprado para poner en las tablas de quesos en Nochebuena, pero sabían horrible, así que los guardé en la nevera pensando que ya los aprovecharía para algo y así fue jajajaja...
Como me sobraba cartulina dorada, corté unas cuantas estrellas más para repartir por la mesa.
Como veis en la foto de arriba, aparte de la mesa, también puse unos adornos colgando del techo. Para darle un poco más de ambiente festivo a la casa, que luego siempre hay serpentinas, baile, bengalas... Vamos, pachanga jajaja
Encima de las mesas puse unos pompones de papel de seda blanco y unos corazones también blancos de papel de nido de abeja. Las dos cosas las compré en el chino de mi pueblo, que por suerte, tienen bastantes cosillas para fiestas y hacen bastante apaño.
También compré unas blondas, como las de los relojes, pero en forma de corazón y las colgué de unos cordones entre las lámparas: