Comuniones 2019

Pues sí, estamos en Enero y ya he abierto la agenda para las reservas de las Primeras Comuniones de 2019. Pero creo que tanto vosotros como yo necesitamos poder organizarnos y tener estas cosas cerradas cuanto antes, ¿verdad?

¿Y qué mejor forma de anunciar las Comuniones del 2019 que con estas fotos de una de “mis niñas” del 2018? Antes de nada, quiero agradecerles a sus padres que me permitieran publicar estas fotos en mi blog. De verdad, ¡muchísimas gracias!

Aprovecho este post con las fotos de la preciosa Lucía para explicaros un poco las distintas opciones que hay para las sesiones de Primera Comunión. A continuación os comento cómo lo tengo yo organizado, para que más o menos os hagáis una idea, pero como siempre, lo mejor es que os pongáis en contacto conmigo para poder hablar con calma y que todo quede a vuestro gusto.

Al final os dejaré un enlace con las tarifas.

Sesión de fotos Recordatorio: Para poder entregar un bonito recuerdo a todos los invitados, es mejor hacer esta sesión cuanto antes, ya que a continuación hay que encargar los recordatorios, o imprimir las fotos para ponerlas en un marco. Tengo varias opciones para entregar como recordatorio. Así que podemos quedar con calma, para que veais las muestras y decidáis lo que más os gusta.

La Sesión de fotos de Recordatorio puede ser en exteriores o en estudio, como prefiráis. Donde quiera que la hagamos, tendré especial cuidado con la ropa de vuestro hijo o vuestra hija. Sé lo delicados que son, así que, aunque la sesión sea en exteriores, buscaré lugares para que esa ropa tan especial esté a salvo ;-)

Reportaje de Comunión: Llegó “El Día” y hay que guardar unos recuerdos preciosos de esos momentos tan especiales. Si me contratáis para ese día, llegaré temprano a la Iglesia que me indiquéis, así aprovecharé para sacar fotos de la Iglesia, el entorno, el decorado. Y, en cuando lleguéis vosotros, podremos ir sacando fotos con la familia., al igual que al terminar la ceremonia. Puede ser fotografías en el altar, o también fuera. Buscaré alguna ubicación para que queden unos preciosos recuerdos.

También estaré presente en la celebración, no durante la comida, pero el ambiente distendido de la fiesta, la tarta, los juegos con los demás niños… todas esas cosas, merece la pena captarlas y guardarlas para siempre.

Sesión de fotos Post-Comunión: Sin duda este es el momento en el que salen las mejores fotos. No tenemos que estar pendientes de que no se ensucie la ropa, como pasa en las sesiones de recordatorios. Tampoco estamos tensos, con los nervios propios del día de la Comunión, pendientes de que todo salga como tenemos previsto. Este es el momento de estar tranquilos y relajados, solo pendientes de pasarlo bien y de disfrutar.

Ya da igual que el vestido se ensucie o que los pelos se alboroten. Es un momento genial para que los hermanos y los padres se unan a la sesión y os queden unas preciosas fotos de recuerdo.

Me encanta que los peques traigan cosas que les gusten o que sean importantes para ellos. Por ejemplo a Lucía le encanta la música y se trajo su instrumento para hacerse unas fotos con él.

Y también practica gimnasia rítmica, así que aprovechamos para hacer unas fotos con la cinta en la playa.

Otra de las ventajas de las fotos de post-comunión es que podemos hacerlas cuando queramos y donde queramos. Y siempre os pido que sean al atardecer, la luz en increíble en estos preciosos paisajes que tenemos a nuestro alrededor.

Ya nos íbamos de la playa cuando me di cuenta de esta preciosa pared de madera, así que le pedí a Lucía que se pusiera delante para hacer las últimas fotos. Ya estaba cansada de tanto correr, mojarse los pies, hacer gimnasia rítmica ¡y de todo! jajajaja… Así que se apoyó con gesto de “por favor, déjame descansar” y oye… ¡perfecta! Tal cual una modelo profesional. Me encantan los pies descalzos y llenos de arena.

Todo lo que te hace feliz en esta vida, o te despeina o te ensucia. O ambas cosas

En este enlace os dejo las tarifas básicas de los reportajes de Primera Comunión, pero -repito- lo mejor es que tengamos una entrevista, que os muestre mi trabajo y que me contéis qué tenéis en mente para el protagonista de ese día tan especial.

Inspiración para la mesa de Fin de Año

Este año vengo un poco adelantada con la mesa de Fin de Año, pero como quiero cogerme unos días de vacaciones en el blog, pues mejor temprano que tarde jajaja.

Además, así veis si os gusta o si os vale de algo alguna idea y tenéis tiempo de darle una vuelta.

Como sabéis nuestra mesa de fin de año es también sencillita, pero diferente a la de Navidad.

Siempre pongo los mismos manteles (necesito dos porque nos hacen falta dos mesas). No son iguales, pero al menos son blancos. El de la mesa de los mayores es una maravilla de encaje de Camariñas que nos regaló una gran amiga. Y lo mejor es que está hecho a mano por ella. ¿Qué más se le puede pedir a un regalo? Bueno, estaría bien que fuera un poquito más fácil de planchar jajaja. El de la mesa de los jóvenes también es un regalo, esta vez de mi madre, y está bordado a punto de cruz. Supongo que alguien lo bordaría a mano también…

Como veis, los nombres están escritos en manzanas rojas, que hacen juego con los colores del plato. Los nombres los escribió el artista de la casa, que tiene mucho xeito con las pinturas y los rotuladores. Están pintadas con un rotulador plateado de esos permanentes. Probamos con uno blanco, que a mí me gustaba más, pero no pintaba bien sobre la manzana.

A lo largo de la mesa pusimos varios centros sencillos y baratos. Dos en la mesa grande y uno en la pequeña.

Los centros no pueden ser más fáciles de hacer:

• Helechos secos y piñas con un poco toque de pintura blanca que le di con un pincel con muy poquita pintura.

• Un bote de cristal de esos de cocina que tengáis un poco monos adornado con una estrellita hecha en casa con arcilla blanca y atada con un cordel. En el bote coloqué unos cuantos helechos y unas flores de algodón.

• Un portavelas de cristal adornado también con elementos naturales (estrella de madera y piñas pequeñas). Los portavelas los compré en miCasa, en Sanxenxo. Los vi un día de casualidad, me encantaron porque me pareció que podían quedar bien con muchas cosas y estaban muy bien de precio, pero también es muy fácil hacer algo parecido con algún bote de cristal. Las velas son de pila, ya sé que no son tan bonitas, pero las otras me da un poco de miedo con tanta gente alrededor, niños, etc.

• Unos cuantos helechos más alrededor del bote y del portavelas, juntos con unas piñas… y ¡centros listos!

La idea de los helechos la saqué de un blog que me encanta: Les petites choses du dimanchi. Es un blog de cocina, pero es mucho más, cuida la imagen con mucho mimo y tiene una fotografía maravillosa. La decoración de las mesas es espectacular y seguro que si echas un vistazo podéis sacar muchas ideas de ahí.

Ya veis que es una idea muy sencilla y fácil de hacer y la mesa queda bonita, que el año nuevo se lo merece, ¿no? Bueno, al menos a priori, que luego a saber cómo se van portando los años jajajaja.

Inspiración para la mesa de Navidad

¿Sabéis ya cómo vais a decorar la mesa este año? ¡Yo todavía no! Tengo algunas ideas, pero aún no lo tengo claro del todo.

Pero bueno… yo soy muy de hacer las cosas a última hora, así que estoy acostumbrada.

Como siempre, os traigo fotos de mi mesa del año pasado, por si os sirve de inspiración.

El estilo es más o menos el de siempre. Ya sabéis que nuestra Navidad es rústica, no tiene dorados ni brillo-brilli. Es roja y verde, y tiene madera y piñas. Y cuadros escoceses, que me encantan.

Como podéis ver en la primera foto, la mesa es una especie de pequeño bosque lleno de duendes. Pusimos una guirnalda de esas pequeñas luces led, helechos, ramitas de eucalipto, troncos y esos pequeños árboles, que los compro en Amazon, que es el único sitio donde los he encontrado.

En el centro de la mesa de los mayores puse el diorama que ya os enseñé aquí con más detalle. Y en la mesa de los jóvenes la campana de cristal con mi querido muñeco de nieve, que también os enseñé en este post.

Para los nombres de los comensales compré estos pequeños duendes en Tiger, que son chulísimos y estaban genial de precio. Cuando lo decidí ya quedaban solo los restos, así que son un pocos diferentes uso de otros, pero no pasa nada. Yo no tengo problema con el batiburrillo jajaja

Como veis, puse también mis bajoplatos de rodajas de madera, que no me pueden gustar más.

Cada duende lo pegamos a un tronquito utilizando silicona y, para que no se viera la silicona, colocamos un poco de musgo.

Con la impresora de casa hice unas etiquetas pequeñas con los nombres y una ramita de acebo y les puse unos palillos para que los duendes las sujetaran.

Como el adorno que va por toda la mesa son solo helechos y ramitas de eucalipto, se pueden poner fácilmente las bandejas encima, basta con recolocar los arbolitos donde menos estorben y listo.

No suelo poner las bandejas en la mesa. Somos muchos y es un rollo tener las bandejas en el medio porque al final nadie le llega a nada. Pero en Noche buena siempre empezamos con unas tablas de quesos, y esas sí que hay que colocarlas en la mesa, así que la decoración no puede estorbar demasiado.

Estas fotos con los quesos las hice por la noche, claro, cuando ya estaba la mesa lista para comer, por eso tienen una luz diferente.

¿Qué os parece la idea de una mesa-bosque? jajaja..

El año pasado me presenté a un concurso de mesas de Navidad que organizaba a través de Instagram, una tienda maravillosa: El Almacén de Loza.

Como os podéis imaginar había mesas espectaculares, de profesionales que incluso colaboraban en revistas como Hola. Vajillas lujosísimas, candelabros alucinantes, centros de flores que eran para morirse de bonitos. Y allí, en medio de los 10 finalistas… ¡¡estaban mis duendes!! Os juro que no me lo podía creer. ¡Me hizo tantísima ilusión!

Ideas para decorar la Navidad

¿Sois de poner el árbol y poco más? ¿O sois de decorar toda la casa?

Como ya sabéis, en esta casa somos muy fans de la Navidad, así que decoramos la casa todo lo que podemos.

Este año aún estamos en proceso, así que os enseño las fotos de año pasado.

Este bosquecillo de duendes lo pusimos en el mueble que tenemos en la entrada. Ya sabéis que para mí la Navidad es verde y roja, y me gusta decorar con elementos naturales y, sobre todo, sin brillos.

Como veis no puede ser más fácil: puse una tabla de madera debajo, la cubrí con musgo y decoré con piñas, carrabouxos y troncos de madera. Y luego unas setas de esas típicas que se le ponen al árbol de Navidad y unos muñequitos de madera y lana chulísimos que compré en Tiger

Y aquí está una foto del mueble completo, con “selfie” incluido jajajaja

Otro de los detalles que puse fue esta campana de cristal con un muñeco de nieve que tenemos desde hace años y que me parece muy chulo.

El muñeco solo es muy bonito, pero es pequeño y así solito se quedaba siempre como un poco “perdido”. Así que el año pasado le puse un decorado solo para él, y me encanta cómo quedó. Una rodajita de madera, un árbol y un poco de nieve y quedó así de chulo.

¿Y qué os parece la idea de la foto de abajo para poner en la cocina, por ejemplo, o en el comedor? Vi algo parecido en Pinterest el año pasado y aquí está mi versión. La bandeja es de Ikea, las tazas las hemos ido comprando a lo largo de los años, cuando encuentro alguna que me gusta… ¡zas!

El coche con el arbolito encima queda muy chulo y muy fácil. A lo mejor tenéis alguno de los peques que os pueda valer. Luego un poco de verde, unos bastoncillos de caramelo, unas pajitas rojas y ¡listo!

Nada como tomarse un chocolate calentito en cama

Y aquí la segunda parte de la sesión. He de decir que nos costó un poco sacarlo de la cocina, estaba tan encantado con las manos en la masa que no quería saber nada de las nubes, los cuentos o los peluches jajajaja

Pero bueno, al final logramos convencerlo. Ayudó mucho el pequeño bastón de caramelo. ¡Hay que tener recursos siempre!

Como veis, enseguida estaba de nuevo en su salsa y andaba ofreciendo nubes feliz de la vida jajaja.. mordisco para mamá, mordisco para la abuela y para la fotógrafa también jajaja… ¡Más riquiño!

Y después de tanto repartir… a descansar bien, que con tantos cojines se está de maravilla en esta camita.

Y como fin de fiesta… ¡mamá se apunta también a la foto! Si es que de tal palo, tal astilla. ¿Se puede ser más guapos y más riquiños? ¡No!

Vanessa, muchísimas gracias un año más por acercarte hasta mi estudio (¡que aún tienes un paseo!) con tu precioso peque para hacer las fotos de Navidad conmigo. Y también muchísimas gracias por dejarme compartirlas en mi blog y en mis redes sociales. ¡Qué familia más bonita sois!