Fervenzas de Raxoi

Esta preciosa zona de cascadas, pozas y molinos se encuentra en el ayuntamiento de Valga.

La verdad es que no está muy bien indicada y dimos más de una vuelta y tuvimos que preguntar para poder encontrarla, pero mereció la pena.

Dejamos el coche aparcado en la cuneta de una carrtera y bajamos caminando por un camino asfaltado y buen tramo. Llega un momento que hay que tomar un camino estrecho de tierra entre árboles y arbustos. Todo es verde. Y se escucha ya el río al fondo. Por el camino apenas puedes ver más que árboles y ramas, hasta que de repente aparece el río y, junto a él, una pasarela de madera.

El conjunto forma un paisaje precioso. Parece que está uno en un cuento.

Siguiendo por la pasarela llegamos a una cascada que termina en una poza bastante grande y con el agua muy cristalina y congelada. Las cabras tuvieron valor para darse unos cuantos chapuzones, pero el padre de las criaturas y una servidora preferimos quedarnos a mirar. Ya hacer fotos, claro jajaja

El paisaje, espectacular. Y el juego de luces y sombras que hacía el sol al colarse entre las copas de los árboles, lo hacía aún más especial.

Muy cerquita de la poza hay un molino, y siguiendo por otra ruta, creo que se pueden encontrar más (son los famosos molinos de Parafita o Pedrafita), pero nosotros no teníamos tiempo, así que nos fuimos por donde vinimos. Pero creo que volveremos porque el sitio es espectacular.

Parece que llegó la primavera

¡Y hay que aprovecharla! Así que el otro día, después de terminar las tareas, salimos a pasear con los perros.

¡Están tan bonitos los campos con las flores amarillas de los tréboles y los perros disfrutan tanto dando un paseo!

La cabra pequeña lanzaba al aire manojos de hierbas, así que pude hacer unas fotos curiosas, sobre todo la de nuestros pastor alemán, mirand cómo "llueven flores" jajaja

Y la cabra pequeña, pues haciendo el cabra, para variar jajaja

Por supuesto, teniendo un árbol con tantas ramas cerca, no podía dejar pasar la oportunidad de escalar jajaja

¡A ver si por fin la primavera llega para quedarse!

San Vicente

Aquí en este recuncho tenemos un tiempo muy loco. Estamos en pleno Abril y no hay ni rastro de primavera. Sin embargo en el mes de Febrero tuvimos unos cuantos días buenísimos y claro, éso aquí no se puede desaprovechar. En cuanto hace un día bueno y podemos, ¡nos vamos de paseo!

Aquel día nos fuimos a San Vicente.

Concretamente al paseo de Pedras Negras (enlace del google maps), que lo tenemos bastante visto, pero es que es taaaaan bonito y lo tenemos tan cerquita de casa, que no nos podemos resistir jajaja

Era por la tarde y el sol ya empezaba a bajar. Y la luna llena se asomaba por encima de las rocas en el cielo azul. ¡Espectacular!

Además del paisaje, aproveché la luz del sol y las sombras que hacían las rocas para hacerles a las cabras unas fotos en la playa, mientras jugaban y caminaban.

El sol poniéndose en el mar es muy fotogénico siempre, pero esta zona es especialmente bonita con todas esas rocas.

Y las cabras y sus amigos, pues haciendo el cabra, como está mandado jajaja... Saltando por las rocas, así vinieron con los pies y los pantalones medio mojados.

Y esa luz...!!!! La luz del atardecer tiene algo especial, ¿no es cierto?

Ya, ya lo sé... Le hice fotos al sol desde todos los lugares posibles, pero no me digáis que no se lo merecía! Jajajajaja

Y para terminar una foto desenfocada y movida, pero que me encanta. Ya estaba muy oscuro y los chicos se me escapaban, así que disparé sin fijarme en los parámetros de la cámara y salió así un poco churro. Aún así, no me preguntéis porqué, pero es una foto que me gusta muchísimo.

A los que no conocéis este lugar, de verdad que merece mucho la pena una visita.

¿Para cuándo la primavera?

Pues sí... Ya estamos a 5 de Abril y por esta tierriña no para de llover y hacer frío.

Las flores comienzan a asomar en los campos y en los árboles, pero me las imagino a las pobres despistadas y medio congeladas.

Así que con esta morriña de primavera, me puse a revolver entre mis fotos, buscando fotos primaverales de otros años.

Tienen en común que todas las hice en los alrededores de mi casa, que a veces tenemos cosas así de bonitas muy cerca, solo hay que tomarse un tiempo y ver las cosas cotidianas con otros ojos.

Y pararse a observar y a disfrutar...

Me encanta ver los campos que tenemos por aquí pintados de amarillo con los millones de flores de trébol que salen en esta época.

Claro que, aunque predomine el amarillo, por el medio siempre podemos encontrar flores de otros colores :-)

¡Ay, y el sol! A ver si llega de una vez para quedarse una temporada, que además de calentar, ¡es tan fotogénico! ;-)

Playa Nemiña y Muros

La siguiente parada en nuestra ruta por la Costa da Morte fue la playa de Nemiña, situada cerca del Cabo Touriñán.

Nemiña es una playa preciosa, por lo visto muy frecuentada por surfistas.

Cuando fuimos nosotros no había olas y claro, tampoco había surfistas. De hecho apenas había gente, teníamos la playa casi para nosotros solos.

Cerca hay un bar y había un grupo de gaiteiros tocando. ¡La guinda del pastel!

Desde Nemiña pusimos rumbo a Muros, pero por el camino, no sé en dónde, pero era en lo alto de algún monte, tuvimos que parar a contemplar esta maravilla de paisaje.

Con el brillo del sol y la bruma, era imposible distinguir donde acababa el mar y comenzaba el cielo. Todo se fundía en uno.

Por último llegamos a Muros, la última parada de nuestra escapada por la Costa da Morte.

Muros es un pueblo pesquero situado en la provincia de A Coruña.

Su casco antiguo está bien conservado y sus calles estrechas y sus plazas tienen mucho encanto.

También tiene un largo paseo al borde del mar, y es donde está situado el puerto.

Nosotros estuvimos muy poquito tiempo, porque teníamos que volver ya a casa, pero la verdad es que me quedé con ganas de más.