Vila Nova de Cerveira es un pequeño pueblo del norte de Portugal que vale la pena visitar. Es pequeño pero muy coqueto.
Está pegado al río Miño y tiene un parque justo al lado del río que es una maravilla: césped cuidado y árboles que dan una sombra perfecta para hacer un picnic en verano. También hay un mini golf y lo mejor de todo: un "mini parque acuático". No hay piscinas, aviso. Sino varios juegos con chorritos, chaquitos, y "mini-piscinas" que son una gozada para jugar los días de calor. Y sin ningún peligro para los niños.
Todos los sábados hay un mercadillo bastante grande en el que se puede encontrar de todo.
Nosotros hemos ido ya varias veces, pero las fotos del post de hoy son de Vila Nova de Cerveira en fiestas. ¡Más bonito y coqueto que nunca!
Todo el pueblo estaba decorado con adornos hechos con ganchillo. De verdad que nos quedamos boquiabiertos. Fue pura casualidad, no teníamos ni idea de cuándo eran las fiestas allí, pero desde luego que fue una suerte.
En las fotos de arriba se puede ver el ayuntamiento y la iglesia.
Y en las fotos de abajo, los árboles de la plaza. Yo no sé hacer ganchillo, pero me parece que es un trabajo alucinante!
Hasta los toldos de las terrazas de las cafeterías estaban vestidos de fiesta:
Una de las calles que llega a la plaza estaba cubierta de paraguas de colores.
Y todas las casas tenían adornos diferentes.
La foto de abajo es la entrada de una peluquería. Con las tijeras, el peine y el secados hechos a ganchillo:
¿No es precioso?