Todo empezó con unas tacitas blancas que compré en Ikea. Un poco sosillas de más, las pobres.
Así que, aprovechando que tengo un artista en casa, compré un rotulador negro para pintar sobre porcelana y le pedí que las decorara un poco, alguna floriña o algo así.
Y ahí estuvo haciendo pruebas. Lo bueno de estos rotuladores es que es muy fácil borrar si no te gusta el resultado. Si no tardas mucho, con una toallita húmeda para limpiar y papel de cocina para secar, asunto arreglado. Si ya tardas más en corregir, pues a lo mejor tienes que frotar con una esponja, pero tampoco cuesta nada.
Total, que el artista dijo que lo de las floriñas no le convencía, que era un poco soso. Que si tuviera más colores podía hacer algo más divertido. Así que rauda y veloz me fui a Amazon a buscar rotuladores de colores para porcelana:
Primero hace el dibujo con el rotulador negro, así, sobre la marcha. No os penséis que hace primero un boceto en un papel o algo. No. A las bravas jajaja... Y le sale bien, que es lo curioso.
Abajo una foto del artista metido en harina jajaja
Y a continuación os muestro el resultado de las tacitas y los platos.
Quería aprovechar la forma circular de las tazas y hacer un dibujo alrededor de toda la taza, así que casi todas son así.
La primera es un gusanito que rodea toda la taza y ve en la punta de su cola una mariposa amarilla. El plato está decorado con más mariposillas amarillas:
El siguiente conjunto es del fondo del mar. En la taza un pez, un caballito de mar y un cangrejo (que se ve mejor en la foto de abajo). Y en el plato, piedras, algas, conchas y una estrella de mar:
Éste creo que es el más original de todos. ¿Alguien se acuerda de unos dibujos animados que se llamaban "Gatocan"? A mi hijo mayor le encantaban, y en esta taza tenemos a gatocan (gato por un lado, can por el otro). En el plato, algo de comida para los dos: un hueso y una raspa jajaja
En la siguiente dibujó una rana cazando una mosa con una lengua larguísima que le da la vuelta a toda la taza. Y en el plato, un nenúfar:
También tenemos una con unos pollitos comiédose un gusano por un lado, y por el otro (que se ve en la foto de abajo), otro pollito intentando salir del huevo. En el plato, un nido con otros dos huevos:
Total, que estoy encantada con mis tazas nuevas. De hecho tengo pensado comprar más para aumentar la colección jejeje...
¡Son únicas! Y éso es lo bueno, que cada uno puede decorarlas como más le guste. Claro que es una ventaja tener en casa a un dibujante como el que tengo yo jejeje...
Una vez que hayamos terminado el dibujo, hay que meterlas en el horno el tiempo que indique el fabricante de los rotuladores, ya que cada marca necesita un tiempo distinto. Después de pasar por el horno, los dibujos ya no se borran.
Si alguien quiere unas tacitas personalizadas, ya sabéis donde estamos ;-)