La tarta de zanahoria (carrot cake) con frosting de queso es, sin duda, uno de mis postres favoritos. Siempre que tengo la oportunidad, la pruebo en todas partes. No es nada empalagosa, es un bizcocho de zanahoria y el toque húmedo y cremoso del frosting de queso le queda perfecto, porque tampoco es nada empalagoso, ni dulce en exceso. Y no es que yo tenga nada en contra del exceso de dulce, eh! jajajaja... Pero entiendo que no a todo el mundo le gusta y tampoco apetece en cualquier momento.
Es una receta muy sencilla de hacer y los ingredientes son todos muy de "andar por casa".
Para la tarta:
- 1 tazas de azúcar blanco
- 1 taza de azúcar moreno
- 1 y 1/2 tazas de aceite
- 5 huevos
- 450g de zahoríes rayadas
- 2 tazas de harina de trigo
- 2 cucharaditas de levadura Royal
- 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio
- 2 cucharaditas de canela
- 1 taza de nueces
- 1 cucharadita de sal
Para el frosting:
- 1 taza de queso Philadelphia
- 4 cucharadas de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 450g de azúcar glass
Primero hacemos la tarta. Para ello, mezclamos en un bol todos los ingredientes secos, menos el azúcar. En otro bol, mezclamos el aceite y el azúcar y vamos añadiendo los huevos y batiendo. Cuando tengamos el aceite, el azúcar y los huevos bien mezclados, añadimos la zanahoria, mezclamos y a continuación añadimos los ingredientes secos y batimos bien todo.
Horneamos a 180ºC durante bastante tiempo. No me gusta dar medidas de tiempo porque cada horno es un mundo, pero sé que fue bastante, quizás unos 50 minutos o así.
Mientras se hornea la tarta, preparamos el frosting. Para ellos batimos bien la mantequilla con el queso crema y cuando esté todo bien mezclado, vamos añadiendo poco a poco el azúcar glas y batiendo para que quede bien incorporado.
Esperamos a que la tarta se haya enfriado por completo y la cortamos a la mitad para rellenarla con el frosting y por último la cubrimos por encima con otra capa de frosting.
¡Riquísima!