No sé si por suerte o por desgracia, pero yo tengo una memoria muy selectiva: recuerdo las cosas buenas y olvido las malas fácilmente.
Pensaréis que este año 2020 me lo está poniendo complicado para encontrar cosas buenas que guardar en mi memoria. Y sí, es cierto que no hay tantas como otros años, pero aún así hay montones de cosas buenas. Llamadme optimista. O loca, no sé jajajaja
Por eso os propongo darle un poco la vuelta a este año para poder verle sus cosas buenas… ¡y guardarlas como tesoros!
¿Qué tal si pasamos un rato divertido con los peques en un lugar tranquilo y seguro comiendo unas sandías fresquitas? Que los helados son muy de verano, pero… ¿y las sandías?
Mis sobrinos, que siempre siempre acuden encantados a la llamada de su tía fotógrafa, se lo pasaron de maravilla corriendo por el campo y comiendo sandía. El momento botijo fue la guinda del pastel. Por supuesto lo dejamos para el final, porque ¡ya sabía yo que iban a terminar empapados! jajajaja
¡Nos merecemos ponerle una sonrisa sin mascarilla a este verano loco!
Llámame sin compromiso si quieres guardar unos recuerdos así de bonitos y frescos de este verano “diferente”: 655484343