¿Os acordáis de un sorteo que hice hace unos meses para una sesión Raiola? Pues la madre de estos peques fue la ganadora. Hace ya bastante que les di las fotos, pero con lo de la campaña de Navidad, ¡la verdad es que no había tenido tiempo para enseñároslas!
Tuvimos suerte de hacer la sesión cuando aún no habían llegado las lluvias, pero ya empezaba el otoño, con su luz suave y las hojas comenzando a ponerse tostadas.
Vinieron los dos muy bien vestidos para este tipo de sesión, a juego y con ropa sencilla y atemporal. Así que para estas fotos tan solo añadí estos sombreros de paja que se pusieron para algunas fotos.
¡Qué diferentes son esta hermana y este hermano! Solo se parecen en esos rizos preciosos, y en que los dos son guapísimos. No es la primera sesión que les hago y qué queréis… a mí me tienen enamorada.
No podían faltar los farolillos, que les encantan a todos los peques. Creo que todos me han preguntado al terminar la sesión, si se los podían llevar para casa jajajaja…
¡Y lo bien que se lo pasaron jugando entre estos helechos altísimos! Se escondían y tenía que estar pendiente… a la caza, y en cuanto asomaban la cabeza… ¡foto!
Después de correr por el bosque y jugar entre helechos, nos fuimos a lavar la ropa al lavadero que tengo muy cerquita de mi casa. No os podéis hacer una idea de lo mucho que se afanaban lavando la ropa. Pasaron allí un rato genial, pero ya refrescaba y tuvimos que acortar el lavado, porque se estaban empapando jajaja
Y después de lavar la ropa… ¡a colgarla! Que había que aprovechar que aún se colaba una raiola entre los árboles.
Creo que a Monse y a Tino, los padres de las criaturas, les gustaron mucho las fotos. Espero que a los peques también les hayan gustado, y que el día de mañana sean un pequeño tesoro para ellos.