Ya que estos últimos lunes en el blog estamos visitando Normandía y hablando un poco del desembarco, se me ocurrió hacer un viernes de peli y canción y hablar de Salvar al soldado Ryan, que me imagino que a estas alturas ya la habrá visto todo el mundo, pero bueno, por si aún falta alguien... creo que es una película muy buena sobre la Segunda Guerra Mundial.
Está basada en un hecho real, la historia de los hermanos Niland, que son 4 hermanos que participaron en la segunda guerra mundial. Tres de ellos fueron dados por muertos, así que el presidente de Estados Unidos ordena regresar al cuarto a casa para evitar tanto dolor a una misma familia.
La película está basada en esto, pero cambia un poco la historia. Ya que el cuarto hermano, James Francis Ryan (Matt Damon) -Ryan es el apellido de los hermanos en la película-, está desaparecido en algún lugar de Normandía después de haber saltado en paracaídas unos días antes del desembarco. Así que envían al capitán Miller (Tom Hanks) a buscarlo y traerlo de regreso sano y salvo.
El capitán Miller había participado en el desembarco en la playa de Omaha, y la primera media hora de película está dedicada en su totalidad a ello. Se dice que es una de las películas que mejor muestra cómo fue en realidad el desembarco, con toda su crudeza.
Salvar al soldado Ryan está dirigida por Steven Spielberg y se estrenó en 1998, el año que nació mi hijo mayor. Nunca pensé que tener un hijo te cambiara hasta la forma de ver las películas, pero así fue. Recuerdo que salimos del cine traspuestos, mudos, impresionados. Supongo que después de tener un hijo es muy fácil ponerse en el pellejo de una madre que ha perdido a tres de sus cuatro hijos, y no se puede aguantar tanto dolor. Y por otro lado pensar que el mundo no ha cambiado tanto desde entonces, que parece que no hemos aprendido. Y que, a pesar de tener la suerte de que tus hijos hayan nacido en esta parte del mundo, no significa que esa suerte mañana cambie y tenga que pasar por lo peor. Y que toda tu vida vas a vivir con el alma en vilo, porque tu corazón ya no es tuyo nunca más. Anda por ahí, danzando con todos tus todos tus hijos...
Y para acompañar esta película, una canción de Phil Ochs, que habla expresamente de la Segunda Guerra Mundial. Comienza así:
Oh, I am the Unknown Soldier who died in World War Two.
I didn't want to fight, it was the only thing to do.
I was the victim of a world that went insane--
Will you show me that I didn't die in vain.
Remember me, when the crosses are a burnin',
Remember me, when the racists come around.
Remember me, when the tides of peace are turnin',
Remember me and please don't let me down.
Oh, soy el Soldado Desconocido que murió en la Segunda Guerra Mundial
Yo no quería luchar, era lo único que se podía hacer
Fui la víctima de una guerra demente--
Demuéstrame que no morí en vano.
Recuérdame, cuando las cruces estén ardiendo,
Recuérdame, cuando vengan los racistas.
Recuérdame, cuando las corrientes de paz estén cambiando,
Recuérdame y por favor no me defraudes.