Este verano, cuando recibí la llamada de Sara, la mamá de la pequeña Julieta, para reservar una sesión de familia, ¡me llevé una alegría increíble!
Sara es amiga de mi hermana desde hace unos años. Una amiga especial, esa clase de medio-familia que hacen los expatriados para llevar mejor la morriña de las gentes y las costumbres que no tienen allí donde viven.
Mi hermana siempre me hablaba de ella, de lo linda y buena gente que era. Y le hizo muchísima ilusión cuando se enteró de que iba a ser mamá. Hace poco más de un año nació la pequeña Julieta, una niña despierta, inquieta y risueña. ¡Un cascabeliño, vamos!
Era pleno verano, y en esa época yo prefiero esperar hasta el atardecer para hacer las sesiones de fotos, pero por lo visto Julieta pasa de dormir siestas, así que a las 8 ya está más dormida que despierta. Y como lo primero son los peques, pues nos adaptamos sin problema.
Buscamos la sobra de los árboles en Montalvo, que es un sitio muy bonito y muy cómodo para los peques. La playa estaba llena de gente, así que imposible hacer las fotos allí. Seguro que podremos para la siguiente sesión ;-)
La verdad, la verdad… ¡Julieta no puede ser más bonita!
Y encima es que se portó genial durante toda la sesión. Al final la pobre ya tenía cariña de cansada, pero no protestó nada de nada.
Claro que tener a mamá y a papá para ella solita durante un buen rato, jugando y correteando al aire libre… creo que hace que cualquier niño se porte bien. Sobre todo cuando así de pequeñitos, la verdad es que disfrutan un montón.
A veces me preguntáis qué tenéis que llevar para la sesión, y la respuesta es ¡nada! Lo único que pido es que vengas vestidos de colores más o menos similares, dentro de una misma gama. Eso es todo. Si queréis traer algo que os haga ilusión, como ropita del bebé, o algún juguete de los niños de los que os haga ilusión tener algún recuerdo, es perfecto. Se trata de guardar recuerdos, y esas pequeñas cosas también hay que guardarlas como oro en paño. Seguro que dentro de unos años estas fotos nos transportarán es esta época en cuestión de segundos.
Si creo que es necesario llevar algo más, yo me encargo. En este caso, por ejemplo, llevé algunas mantas para que los papás se pudieran sentar en el suelo cómodamente con la pequeña Julieta, que empezaba a dar sus primeros pasos.
El farolillo es entretenimiento seguro para los peques, lo he comprobado en varias sesiones. Lo único malo es después recuperarlo, porque se lo quieren llevar a casa jajajaa
En esta ocasión añadí también unos globos con la idea de hacer estas fotos al atardecer. Porque Julieta aguantó más de lo que esperábamos, así que pude pillar el sol un poco bajito y el cielo vestido de atardecer, con estos maravillosos colores.
En esta última foto ya se ve la cariña de cansada que tiene Julieta, pero aún así me permitió hacer algunas fotos tiernísimas como esta.
Solo me queda agradecer a Sara y a Juan por haber confiado en mí para hacer esta sesión y también por haberme permitido compartir las fotos en mi blog. Y también a Julieta por haberse portado tan requetebién. De verdad, familia, todo un placer haber podido conoceros un poquito más y haber compartido este rato con otros tres.
Mi hermana tiene razón, sois lindos por fuera y también por dentro ❤️