El post de hoy no es mío. Le pedí al padre de las criaturas que lo escribiera por mi, porque aunque conozco la historia de este poeta, este libro está en mi interminable lista de "libros pendientes". Ahí va:
El pasado 24 de noviembre moría a los 96 años de edad el poeta Marcos Ana.
Definirlo como poeta es limitar su vida, intensa y extensa, a sólo una parte de ella pero a una parte que nace de otras muchas y engloba a todas ellas.
Marcos Ana se llamaba Fernando Macarro Castillo y ha sido el preso político que más tiempo ha pasado en las cárceles franquistas. Fue encarcelado con 19 años y puesto en libertad 23 años después.
Marcos y Ana eran los padres de Fernando Macarro Castillo. Marcos murió alcanzado en plena calle por los bombardeos de los Junkers alemanes sobre Alcalá de Henares. Ana moriría pocos años después incapaz de soportar la condena a muerte de su hijo.
Fue en esos largos años de encarcelamiento, torturas y fusilamientos de compañeros cuando clandestinamente Marcos Ana comenzó a escribir poemas.
En este libro nos cuenta su vida. Sin heroísmo, sin rencor.
Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto del río
cuando se cubre de pájaros.
Habladme del mar, habladme
del olor ancho del campo,
de las estrellas, del aire.
Tras su salida de la cárcel gracias a la presión internacional (ha sido uno de los primeros presos españoles defendidos por Amnistía internacional) y su exilio de España durante los años de la dictadura franquista, recorrió toda Europa y gran parte de America siendo recibido en parlamentos, universidades y centenares de concentraciones populares, promoviendo y organizando la solidaridad con los presos políticos y denunciando las prácticas fascistas que se realizaban en España.
Este libro nos cuenta una vida con etapas muy duras y con etapas muy bellas.
Marcos Ana ha mostrado en sus declaraciones públicas siempre su espíritu de reconciliación y en este libro se ve bien reflejado el mismo.
"La única venganza a la que yo aspiro es a ver triunfantes los nobles ideales de libertad y justicia social, por los que hemos luchado y por los que millares de demócratas españoles perdieron la libertad o su vida."
Aquí Isaac Rosa explica mucho mejor que yo la importancia de Marcos Ana y el por qué deberíamos contarle a nuestros hijos quién fue.
Termino como él termina su libro:
"Estoy orgulloso de mi vida, de los camaradas que me acompañaron en la lucha, de las nobles ideas que dieron sentido a mi existencia, y sigo pensando que vivir para los demás es la mejor manera de vivir para uno mismo"
Y para la canción, otro poeta tristemente ligado a la guerra civil, Miguel Hernandez, fallecido con tan sólo 31 años en una carcel franquista.
Lo canta, como nadie, Joan Manuel Serrat.